Llevo ya mucho tiempo así... ¿Cómo? os preguntareis. Pues siendo una incógnita, una puta incógnita. Ya no se quién soy, qué soy o qué camino quiero seguir. Hace años tenía las cosas muy claras.
Tenía marcado cada pasito que daba, más o menos seguro, con muchos tropiezos, pero al menos sabía dónde quería ir, y quién era. Quería ser un gran programador de videojuegos o un informático brillante al servicio de la investigación científica.
No era más que un niño, un niño grande si, pero un inmaduro y pedante niño, que se contentaba con tener cada vez más cosas que luego ni tocaba, caprichos. Un niño que seguía fantaseando, viendo películas de Disney y con una alta y exasperante moralidad.
No sé en que parte del camino me he perdido, pero la verdad es que ahora mismo no se dónde estoy ni por dónde quiero seguir. Y eso es lo grave, no que no sepa por dónde seguir, sino que no se por donde quiero seguir. Y si no se a dónde quiero ir a parar ¿cómo se supone que debo llegar? Ni siquiera se si avanzo, retrocedo, estoy quieto...
Ya no hay aspiraciones ni metas, ya no hay sueños ni fantasías, sólo hay inercia... Las cosas que me gustaban ya no representan nada. Compro, compro y compro, cada vez más cosas, pero nada de eso me hace sentir mejor. Nada es capaz de arrojar ni un rayo de luz sobre mi mismo, nada me da respuestas.
No hay nada que consiga satisfacerme completamente durante un periodo considerable de tiempo. La vida pasa muy deprisa y parece que últimamente sólo me limito a mirar como ocurre.
Como ya he comentado aquí otras veces, mi cabeza es un gran almacén en donde todo lo que hay esta tirado. Donde sería imposible encontrar nada. Ya no hay ideas, ya no hay pensamientos, sólo hay una serie de voces sin sentido ninguno que hablan todas a la vez, retazos de conversaciones, de obligaciones, de mi mismo.
Se que esto es algo en lo que me tengo que sumergir yo solo, como la mayor parte de mi vida. ¿Quién más podría ayudarme a encontrarme a mi mismo? Desde luego, aunque cada vez pierda más la cabeza, un psicólogo no me ayudaría...
Se que, probablemente, esté dañando a todas las personas lo suficientemente cercanas a mi como para ello. Por suerte son pocas, aunque el daño sea grande. De todas formas creo que nadie entiende lo que me ocurre, no les culpo, soy demasiado extraño. ¿Qué persona con 21 años pasa verdaderamente por algo así? Además, es algo tan subjetivo que para cualquier persona sería peor lo suyo que lo de los demás.
Procuro mirarme poco al espejo porque lo único que veo es a un completo extraño. No me reconozco a mi mismo. Parece como si mi cabeza estuviera divida en todos esos trocitos desordenados que forman el almacén. Cada uno de ellos tirando en una dirección de un espacio de infinitas dimensiones.
Diría que Twisen está pasando por uno de los mayores cambios de su vida, una metamorfosis de la que, ahora mismo, sólo hay un enorme capullo, pero para llevar a cabo una transformación hace falta tener una meta a la que llegar, y yo parece que no la tengo. Así que, en realidad, ¿qué me está pasando?
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