Hoy me he levantado... y no, no dando un salto mortal precisamente. Chiste malo haciendo referencia a una canción, caca, caquita...
Bueno la cosa es que me he levantado con la sensación de que va a ser uno de esos largos largos días que tan normales son en mi vida. En realidad no ha sido cuando me he levantado sino más bien, cuanto más me despejo más lo noto.
Creo que de camino al trabajo he ido bajando el ritmo de mi "paseo" y he llegado por pura inercia y no por otra cosa. Sigo con esa estúpida sensación que me inunda día tras día de que necesito llorar, a solas... Pero soy incapaz, podríamos decir que me he masculinizado lo suficiente como para que mis conductos lacrimales se cierren salvo en contadas ocasiones, se cierren para la propia conciencia y sólo se abran por estupideces tipo vídeos que no llevan a nada.
¿Será la presión? Supongo, aunque yo no la siento, pero como siempre es de lo mismo, que si exámenes, que si trabajos, que si proyectos, siempre se tiene la misma excusa para mi "desagradable" comportamiento. Y eso que llevo un tiempo sin oírlas, pero bueno, se supone que eso es la respuesta fácil ¿no?
¿Para que preocuparse de una forma sincera si se tiene una respuesta mucho más fácil y mucho más bonita? Para nada, es algo que va contra cualquier pensamiento pragmático.
Bueno, voy a seguir con mis tareas que no funcionan y mi vida que no arreglo antes de caer en la autocompasión que luego lleva a comentarios que llegan a cansar...
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