Quedan quince días para el treinta y uno
y ya voy de culo, no tengo ni un duro.
Y aunque me preocupa no me pone inquieto
ya que el dinero no hace feliz.
Como cada día hasta el treinta y uno
tomo el desayuno y me piro pa'l curro.
Por la calle encuentro varios indigentes,
veo que hay gente que vive peor.
Esto es como un ciclo: si no hay pisto
no se puede comprar a nadie nada,
entonces como ellos tampoco ganan
se quedan sin pisto para comprar.
Llega nuestro aniversario
y no tengo ni para hacerte un buen regalo.
Puedes complacerme con algo muy barato.
¡Lo siento cariño ni para eso tengo saldo!
Nuestras deudas crecen sin piedad.
Quiebran las tiendas de mi ciudad.
Busco la mejor manera de poder llenar nuestra nevera.
¡Hey! Que la solución se puede ver
lejos como la cola del INEM.
No dejes que el money te impida alcanzar la felicidad.
Sólo quince días más.
Nos quedan para cobrar.
Entre ambos sumamos novecientos euros que se nos van
entre llamadas y gas,
agua y electricidad,
añade impuestos, seguros, hipoteca, escalera y el pan.
Va a venir mi hermana y tenemos que invitarla
a un trozo de tarta y le hacemos un bocata.
Habla del tabaco, le cuesta dejarlo.
Yo, como ves, ni tengo que elegir.
Al menos consigo gratis tu cariño.
¡Qué os habéis creído, esto es un piso compartido!
“Ya bajó el petróleo” ¿Sí? Pues no lo noto.
A falta de moto voy siempre en patín.
El país mejora porque antes
sentía pena por los estudiantes
que no conseguían trabajo estable.
Pero ahora por suerte somos todos iguales.
Me han puesto una multa y es injusta.
Mi sueldo mensual se va en esta suma.
Entonces te das cuenta de que los gorrillas
ganan más de lo que tú aspiras en esta vida.
¿Y cuándo vais a tener hijos?
Mi ilusión es entrenarme más.
Quiero batir récords sin parar.
Mi modelo es el euribor:
cada mes consigue superarse a sí mismo.
¡Hey! No entiendo el motivo por el que
emiten tanta teletienda a la vez
que esos abusivos créditos rápidos que pretenden timar.
Sólo quince días más.
Nos quedan para cobrar.
Entre ambos sumamos novecientos euros que se nos van
entre llamadas y gas,
agua y electricidad,
añade impuestos, seguros, hipoteca, escalera y el pan.
¿Tiene usted algún aval?
Mi aval es mi novio, si no pago se lo pueden quedar.
¿Y esto cuándo acabará?
Ellos lo decidirán,
cuando sepan que tienen cerebro y lo empiecen a usar.
Sólo quince días más.
Nos quedan para cobrar.
Entre ambos sumamos novecientos euros que se nos van
entre llamadas y gas,
agua y electricidad,
añade impuestos, seguros, hipoteca, escalera y el pan.
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