Es tarde, miércoles, día del trabajo ("fiesta" que siempre me ha parecido irónica, ¿celebrar el día del trabajo, sin trabajar? Pero que en estas épocas se vuelve aún más extraño ya que... ¿Cómo celebrar un día del trabajo cuando lo que no hay es, precisamente, trabajo?). Debería haber terminado, o al menos avanzado en la presentación del seminario que tengo que dar el viernes, pero la verdad es que no he tenido ganas, o supongo que más bien no he tenido interés. Y es que estoy un poco de vuelta de todo, y me importan más bien poco las cosas. Pero eso es otra historia, y no toca hablar sobre ello, al menos hoy no.
Hoy quiero volver a escribir "quejas", que no tengan que ver conmigo, simplemente quejas, a ver si así consigo liberar un poco mi mente. Y como tema he elegido, como podéis ver en el título, la valentía del populacho, que es como a mi me gusta denominar esa aptitud que tiene la chusma social en sus momentos de "trasgredir" las leyes de comportamiento medianamente cívico.
No me gustaría parecer soberbio o que penséis que me creo mejor que nadie al utilizar palabras tan despectivas. Nada más lejos de mi intención, es simplemente que hay determinados comportamientos que en mi mente no pueden recibir un calificativo que no sea negativo, no puedo pensar en ello salvo como algo vulgar y que me produce desprecio y asco.
Particularmente me refiero a los "botellones" y todo lo que conllevan, de una forma u otra. Destrozar mobiliario, comportarse como... humanos (los animales no carecen de cerebro de una forma tan descarada), drogas, chulería... bueno, ya me entendéis.
Y lo de la "valentía" viene por esa atmósfera que crean aquellos que participan en semejante mamarrachada. Esa aptitud de "eh miradme, voy con alcohol por la calle, y bebiendo, soy la oshtia!!!! er puto amo!!!". Eso si, la botella bien tapadita, que no se vea, y como se asome algún agente de la ley... todos a correr no sea que papi se entere.
No entiendo, de verdad que no entiendo, esa necesidad de autodestrucción. Porque no se puede llamar de otra forma. Escuchas sus conversaciones y son tan... tan...vacías, tan absurdas. Vale que mi lucha contra el alcohol es personal y tengo muy asumido, hace mucho tiempo, que el ser humano es incapaz de aceptar que está ingiriendo veneno pero ¿por qué rebajarse de esa forma? ¿por qué insultar de una forma tan flagrante a la vida, a la evolución? ¿por qué ese empeño en demostrar que no somos más que un error del sistema, una mancha que nunca debería haber ocurrido y que, si ahora mismo tuviéramos que competir contra cualquier otra especie, sin las herramientas que nos legaron nuestros antepasados y que no tenemos derecho a hacer nuestras, pereceríamos como especie en un abrir y cerrar de ojos? ¿por qué hacer de nuestra existencia algo tan vacío?
Es bastante vergonzoso escuchar comentarios como que "hay que hacerlo" o "es que es divertido" (cuando nadie es capaz de soportar esos ambientes en pleno uso de sus facultades mentales. Pero mi excusa favorita, sin lugar a dudas es "es que es cultural".
Seamos serios, cultura es la literatura, las artes plásticas, el cine, la música, los videojuegos, la lengua y la ciencia, la historia... puedo aceptar que la basura que se emite por televisión e incluso el fútbol son cultura, incluso el porno para mamás es cultura, mejor o peor... Pero beber no lo es, que tu único objetivo en la vida sea reponerte de la borrachera del día anterior para poder provocar una hoy mismo... no es cultura, es una aberración vergonzosa.
Siempre he creído que cuando el ser humano deja de hacerse preguntas, deja de buscar respuestas, muere como especie, al menos como "especie dominante" y si la sociedad considera que una actividad que utilizan para "olvidarse de los problemas" es algo cultural y castiga cualquier tipo de inquietud más allá, es que es una sociedad que está en el frío ocaso de sus días, una sociedad a la que ya solo le queda dejar de existir.
Es tarde y mañana he de ir a tratar de satisfacer un poquito algunas de mis inquietudes intelectuales, que son las únicas que puedo satisfacer. Además ya os he dado mucho sermón y estoy viendo cosas en Facebook que me están poniendo los pelos de punta, ¿cómo ha podido la especie humana hacerlo tan terriblemente mal? ¿cómo vamos a sobrevivir como especie si aquellos que han de aguantar el peso de la evolución en unos años, se reproducirán, si, pero su semilla no sirve para absolutamente nada?
No quiero cerrar la entrada de una forma tan oscura, ya que incluso en la mayor de las penumbras hay pequeños claros que iluminan el camino correcto. Y de la misma forma que la mayor parte de la especie merecería desaparecer, aún hay pequeños reductos que dan esperanza de que algo pudiera ser mejor. Os voy a dejar con un cortometraje hecho con átomos, una prueba de concepto que no demuestra solo que se pueden manipular átomos individuales, sino también que aún hay individuos con inquietudes y por los que merece la pena creer. (Como veréis si os animáis a visualizar también el muy recomendable Cómo se hizo).