Eternidad, una rimbombante palabra pero que ya ella misma evoca completamente su significado, "aquello que será para siempre". Claro que ese "para siempre" puede tener matices ya que, al igual que nadie puede saber si el árbol que cae en el bosque sin nadie para escucharlo, hace o no hace ruido, supongo que el concepto de eternidad perderá su esencia cuando no quede nada que tome conciencia de aquello que es eterno.
Pero yo no quería hablar de la eternidad en general, sino de su representación en internet. Internet, la red de redes, que ya su propio nombre se parece un poco al concepto de eterno.
He vuelto a pensar un poco en estas cosas debido a un compañero, al que he visto durante la semana revisando sus redes sociales y "haciendo limpieza". Tras revisar las publicaciones antiguas fue borrando aquellas con las que no se sentía ya identificado. Supongo que le asustaba un poco las conclusiones a las que pudiera llegar la gente nueva que conociera si leyera esos mensajes de hace años.
Eso me llevo a pensar, comprobar lo lejana que es mi postura a ese respecto de la suya. Para mi, el tiempo es una coordenada más, una parte del contexto de las cosas, los hechos y las experiencias de cada persona. Todo forma parte del camino que cada uno ha andado hasta llegar al momento actual y bueno, a veces es bueno tener dónde mirar para vislumbrar todo lo andado, para entender mejor quienes somos.
Soy más consciente que la mayoría de la gente de "los peligros de internet" y de que todo lo que se publica en la red queda ahí para siempre. Por mucho derecho al olvido y demás tonterías que quieran regular lo cierto es que la red de redes es tan grande que es imposible controlar lo que en ella aparece.
Pero aún así yo no buscaría cosas que eliminar. Entiendo a quien lo hace, entiendo la utilidad y los beneficios que puede reportar pero creo que eso es una forma más de engaño a uno mismo.Claro que el pensamiento de la gente evoluciona con el tiempo. Muchas de las cosas que decimos hoy, nos parecerán estupideces mañana. Pero cuando las decimos hoy es porque realmente las sentimos así.
También es cierto que no todo el mundo dice las cosas porque las sienta así, pero eso ya es otro problema en el que no quiero meterme.
Yo mismo puedo deciros que los motivos que me llevaron a abrir este blog no se parecen en nada a los que me han movido a seguir con él o los que tengo hoy para publicar. Muchas de las cosas que dije en los comienzos se corresponden a una etapa de mi vida que quedó cerrada y de la que prefiero no acordarme demasiado. Pero hoy, con casi 1000 entradas publicadas, no echo la vista atrás buscando aquello con lo que ya no comulgue. Cada uno tiene que cargar con el peso de sus experiencias y no se puede simplemente hacerlas desaparecer.
Con toda esta parrafada no quiero decir que mi postura sea la buena, no hay una postura buena, ni una postura mala. Cada postura es buena para su propietario, siempre que la sienta así. La eternidad de internet, así como su apertura también puede ser muy peligrosa y por eso la gente tiene que ser muy consciente de todas aquellas cosas que quieren que se conozcan de si mismos y todas aquellas que deben quedar en lugares más íntimos, familiares o cercanos.
En fin, no hagáis caso de las palabras de este chiflado que se expresa en su pequeño reducto de eternidad.