Como todos sabréis (o al menos así debería ser), esta noche hay lluvia de estrellas. En este caso las Dracónidas, ya que serán visibles en la constelación de Draco. Este año esta lluvia de estrellas va a ser especialmente importante ya que se dan las condiciones necesarias para que se vean unas 500 estrellas fugaces cada hora.
Eso es un buen número, y un buen número de deseos que se podrían pedir. Desafortunadamente yo no voy a poder verlas desde mi casa, y tampoco cuento con la compañía que me encantaría tener para ir a verlas y tener una preciosa velada. Pero aún así, y como hice con las Perseidas yo pediré mi pequeño deseo. Las Perseidas me hicieron caso :-), el deseo se cumplió, diría que se cumplió "a su manera" pero realmente se cumplió, nunca pido demasiado.
No se si en este caso me escucharán, no deberían dejar de lado a un dragón, siendo ellas las Dracónidas, pero nunca se sabe. En cualquier caso yo me asomaré a la ventana y "hablaré" con ellas. Soñaré con esa perfecta velada imaginaria, en la perfecta compañía. En ese momento me concentraré en mi deseo y se que tarde o temprano las ondas cuánticas convergerán de la forma exacta para que se cumpla.
El "destino" nos tiene reservados a todos un propósito, para algunos es más grande y para otros más pequeño. Nunca entenderemos los devenires antes de que todos los hechos hayan tenido lugar, pero cuando eso ocurra veremos todas las conexiones entre los hechos con una claridad cristalina. Puede que todo ocurra por alguna razón, o que simplemente nos inventemos esa causa-efecto que tanto nos gusta a los humanos, eso nunca lo llegaremos a saber, pero si que ayuda pensar que todo lo que ocurre, es por algo y que la mariposa que agita hoy las alas, mostrándonos su pequeña belleza, mañana será el huracán que sacuda nuestras vidas y las vuelva mucho mejores.
Solo cuando nos repongamos del huracán, podremos darnos cuenta de la verdadera importancia que tuvo la frágil mariposa y todo cobrará sentido.
Y nada, después de este rollo, desearos que veáis la lluvia de estrellas, que siempre es un espectáculo que merece la pena; y que si no podéis verla, probad a pedirle un deseo igualmente, algo pequeño, que no os parezca de una gran trascendencia pero que podría llegar a suceder con un poquito de ayuda. Quien sabe, igual os escuchan y aparece ante vosotros la pequeña mariposa agitando sus frágiles alas...
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