miércoles, 6 de mayo de 2015

Sobre los pobrecitos futbolistas

Pobres, pobres nuestros futbolistas, que no llegan a fin de mes. Con la enorme labor que realizan por la sociedad, con sus cochazos, sus orgías y su mal ejemplo. ¿Qué iba a ser de nuestros niños si no pudieran admirar a esos orangutanes analfabetos que corren detrás de una tripa de cerdo inflada para ganar trofeos que no son capaces de sujetar con las manos?
Sí, es probable que esté siendo realista en demasía, pero hay que reconocer que su última reivindicación no merecería, ni tan siquiera, haber sido formulada. Amenazar, y digo "amenazar" con ir a la huelga en la penúltima jornada de Liga PARA QUE NO LES INVESTIGUE LA HACIENDA PÚBLICA ¿Pero dónde se ha visto eso? Entonces ¿qué pasa? ¿Que sólo los gilipollas que luchamos por un trabajo indigno tenemos que cumplir con nuestras obligaciones? Ah si, es verdad, que nosotros no tenemos, ni tan siquiera opción de aplicar la "contabilidad creativa". Por suerte tampoco queremos hacerlo y preferimos contribuir al bienestar común, aunque nos cueste nuestro buen esfuerzo.
Y lo más dramático no es esta especie de desplante que se quieren marcar los futbolistas "de élite", no. Lo más dramático es el momento en el que lo hacen. Si ya es grave que unos delincuentes amenacen a la sociedad con dejar de hacer su trabajo si no les permiten seguir delinquiendo, lo es más cuando el país está plagado de gente sin nada que llevarse a la boca y a la que, aún así, la declaración le sale a pagar...
Pues sabéis qué os digo, que se vayan a tomar por el culo. Que lo que se merecen es que la gente dejara de ver el futbol. No en la penúltima jornada, no, en todo un año. Que no hicieran ni puto caso a ningún partido. Que se hablara de cosas verdaderamente importantes y no de si fue o no fue penalti. Entonces volverían de rodillas, con los sueldos bien rebajaditos, las cuentas al día con Hacienda, y no sólo las suyas sino que también las de sus clubs, y se dejarían de estas desvergonzadas.
Ah, si, una última cosa. Confío en que , si al final hacen la huelga (algo que dudo, porque el ministro de turno se bajará los pantalones para que le den bien por culo todos y cada uno de los miembros de los equipos afectados), espero que, como a todo trabajador nacional, esa jornada se les descuente del salario ya que estarían faltando a su contrato, con o sin el beneplácito de sus superiores. Si el mundo fuera lógico, ese dinero se donaría a comedores sociales, sanidad y educación públicas o a cualquier otra causa que lo mereciera. Para los bebés llorones que buscan estafarnos a todos no supondría ningún perjuicio pero ayudaría a muchísima gente a no pasarlo tan mal.

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