Hace mucho que no escribo ¿demasiado? No lo se. No tengo tiempo para escribir, tampoco tengo ganas, ni inspiración para más de una frase. Ha sido una semana muy muy larga y dura. Y el tiempo no para. No he terminado de entregar una práctica y ya llega otra.
La semana que empieza... empieza de manera larga y costosa también. Me dan el premio al mejor expediente de ITIS en la facultad de ciencias de la USAL. ¿Debería estar feliz? Supongo que si, pero la verdad es que no me ha traído más que problemas, encima de que era algo que tenía como asumido... pero bueno, soy así de gilipollas.
¿Qué más podría decir? Alonso perdió el campeonato del mundo por un error de estrategia en la última carrera. Pero bueno, el año que viene será otro campeonato ¿no?
Sí, he recibido nuevos "objetos" de los que yo colecciono pero cada día que pasa me planteo más que qué coño estoy haciendo con mi vida, sobre todo en relación a las colecciones.
Hoy ni siquiera me va bien el internet, y no se por qué ¿castigo divino por tratar de quitárselo a determinada persona irrespetuosa que se lo roba a los vecinos? ¿o simplemente es una espinita más en mi vida tranquila y sosegada?.
El porqué del título... pues simplemente otra de las prácticas que tengo que realizar para la asignatura de Redes de 1º de Ingeniería Informática de 2º ciclo.
Y se acerca una de las fiestas que más me gustan del año, SAN ALBERTO... y si, estaba siendo sarcástico pero, aunque todos me juzguéis de raro y de aburrido, además de antisocial, a mi, lo de ver a un montón de universitarios haciendo gala de lo que les gusta el alcohol y, en su mayoría, de la cantidad ingente de años que se van a tirar para poder acabar una mierda de carrera, eso si, viviendo a costa de papi y mami... Si alguno de esos ignorantes hubiera visto los estragos que puede llegar a causar una vida de alcohol... o simplemente se vieran desde fuera, y se asombraran de lo que son capaces de hacer con el único objetivo de destruir su cerebro, ese que teóricamente debería servirles para terminar esas carreras y convertirse en personas, ya no digo de provecho, simplemente personas, porque actualmente no son más que animales que se dejan guiar por el instinto de llenar sus insaciables estómagos de veneno para el resto de sus cuerpos.
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