domingo, 24 de febrero de 2013

Hay un lugar, en que puedo imaginar

Tengo sueño, mucho sueño. "Pues vete a la cama" pensaréis, y no os falta razón, necesito dormir, y con urgencia, pero en mi casa el descanso es un bien escaso. Bueno, esa es otra historia. Al fin y al cabo la solución para ese problema es sencilla, dormir, simplemente dormir
Lo que no entiendo es por qué, con este sueño que tengo, me he despertado tan pronto esta mañana y no he podido seguir durmiendo. ¿Por qué no hago más que quejarme del sueño? No lo se...
No soy capaz de componer más frases, me voy a la cama pero antes os voy a dejar con una canción que descubrí hace bastante poco tiempo, aunque ya tienes sus años y que, aunque por diversos motivos duele un poco escucharla, también me gusta mucho. Espero que a vosotros también. Por cierto, la canción es Leyenda, de Calle Paris.



Cuenta la leyenda que existía un sultán,
y en este castillo una torre principal,
llena de espinas.

Dentro una hija condenada a esperar,
ese matrimonio que estaba por llegar,
con el califa.

Se cepilla el pelo y piensa al contemplar,
en su jaula de cristal,
que ese pájaro que vuela en libertad,
a su amado guiará.

Hay un lugar,
donde puedo imaginar,
que te estoy tocando,
llego soñando y tú no estás.
Hay un lugar
donde no pueden entrar,
te estoy tocando,
llego soñando y tú no estás,
se que vendrás.

Cuentan los ancianos que a la orilla del mar,
cada noche ven como la va a rescatar
con una rosa,
un jinete loco que no puede olvidar
y al ocaso triste deja de cabalgar,
busca su boca.

Se cepilla el pelo y piensa al contemplar,
en su jaula de cristal,
que ese pájaro que vuela en libertad,
a su amado guiará.

Hay un lugar,
donde puedo imaginar,
que te estoy tocando,
llego soñando y tú no estás.
Hay un lugar
donde no pueden entrar,
te estoy tocando,
llego soñando y tú no estás,
se que vendrás.

Te estoy tocando,
llego soñando y tú no estás,
se que vendrás,
que lo encontrarás.

viernes, 22 de febrero de 2013

Citas no tan célebres XVI

Es mejor poder mirar la foto de un amor verdadero
que recordar a chicas que nunca hicieron que nuestro corazón se detuviera.

Peter Pauling

miércoles, 20 de febrero de 2013

Todo pony debe aceptar su Cutie Mark

Como lo prometido es deuda, no voy a dejar de escribir en el blog. No se con qué asiduidad lo haré, pero no lo voy a dejar. Y voy a empezar con una entrada que me merezco :M. No, en serio, han pasado cosas estos días, cosas que me han hecho reflexionar principalmente sobre la imagen que transmito de mi mismo. Creo que mucha gente no es capaz de captar la sutileza de lo que verdaderamente opino sobre mi mismo, así que en ello voy a basar esta entrada.
En primer lugar me gustaría aclarar que puede que parezca que no me valoro y eso es porque odio todo lo que huela a soberbia, a creerme mejor que nadie o a no aceptar mis limitaciones. Eso no quiere decir que de la creación de la que estoy más orgulloso sea yo mismo. Podría definirse un poco como un padre exigente, conozco perfectamente mis logros, mis aptitudes, mis cosas buenas, pero también se que soy mi mayor crítico ya que no quiero quedarme así, quiero mejorar.
Obviamente se que en cuestiones de inteligencia y conocimientos estoy por encima de mucha, muchísima gente, pero prefiero mirar arriba, ver a todos los que son mejores que yo, y así poder aprender de ellos y crecer yo también. Que miremos a las estrellas no quita para que no valoremos el suelo que pisamos.
Soy consciente que me hago querer por mucha gente, no se si les transmitiré confianza, serenidad, o simplemente simpatía, sólo se que es así. Si, hay algunos que no me tragan y casualmente son los mismos a los que no trago yo y eso es porque hay ciertos tipos de personas con las que no comulgo y nunca lo haré.
Soy raro. Espera... SOY RARO, y me encanta. No me gusta la normalidad, es aburrida. Soy raro entre los raros y eso es lo que me acerca más aún a ser único. Y no, no me avergüenzo de ser así. No quiero ser como los demás, me gusta mi personalidad, me gustan mis gustos, me gusta cuando mi férrea convicción en algo me lleva a hacer o dejar de hacer cosas que considero buenas o malas, respectivamente. No necesito pertenecer a un grupo grande, de hecho me sobra, no necesito que una masa me diga cómo debo pensar ni quiero hacer que una masa piense como yo.
Considero que una de las cosas más importantes que debe aprender el ser humano es que todos, todos, debemos tomar nuestros propios caminos, con libertad. Que si otra persona piensa diferente a ti no tienes porqué tratar de convencerla, pero debes respetar su opinión porque una de las cosas más valiosas y costosas del mundo es una opinión, sea tuya, o de cualquiera.
Aunque cueste creerlo a veces, tengo una fortaleza brutal. Sin quererme a mi mismo no habría llegado dónde estoy. De hecho no creo que hubiera "estado". Me gusta racionalizar todo lo que ocurre en mi interior. Soy, ante todo, racional, mi maravilloso cerebro me hace ser así. Es capaz de racionalizar cada segmento de realidad para tratar de entenderla.
Puede que la parte que menos me guste sea mi aspecto físico, pero realmente no es tan malo, incluso yo diría que soy más que aceptable. No soy un adonis musculoso y fornido, pero tampoco quiero serlo. No quiero ser una de esas personas con "cara pisada" y grandes musculitos. Prefiero ser Yo.
Mis capacidades científicas e informáticas también han sido muchas veces dignas de alabanzas. Aquí es donde más puedo discrepar pero es que a mi no me vale solo con ser bueno, en esto no, porque se que aún tengo mucho potencial. Muchas preguntas que responder, mucho que aportar al conjunto de la humanidad, y quiero hacerlo porque si no me sentiré decepcionado y mientras pueda mejoraré. Hoy un compañero me decía "Un día, tú tendrás un Doodle". No puedo prometer que lo intentaré, pero intentaré intentarlo.
Mi voluntad de hierro es algo que valoro mucho de mi mismo pero, si hay algo que deba considerar como mi cualidad, mi talento, mi especialidad, no sería la ciencia, ni la informática ni nada tan sencillo. Sería mi capacidad empática que me permite observar los comportamientos de la gente, entenderlos tan bien que a veces asusta. A veces me gustaría equivocarme, pero las deducciones... suelen estar basadas en demasiadas evidencias. Y es irónico que esto sea mi cualidad, ya que realmente no me gusta la gente, la gente en general. Si me gustan las personas, pero no la gente.
Y hay una cosa de la que también estoy muy orgulloso y que no es de mi mismo. Y son mis amigos. Mi peculiar definición de amistad no me permite añadir a muchas personas en esa lista pero se que los que hay son los mejores que podía haber y cada día que pasa me lo demuestran. Se que he influido bastante en sus vidas y, aunque puedan opinar lo contrario (que no creo), considero que les gusta el resultado. Yo desde luego no les cambiaba por nada. Gracias por estar ahí, siempre.
He extendido mucho este post, y como otras veces, me han faltado cosas por expresar. Simplemente quería dejar constancia, que aunque no lo parezca si que me enorgullezco de mi mismo pero no quiero convertirme en el tipo de persona que odio. Me he ido construyendo piedra a piedra, tropiezo a tropiezo y creo que soy una gran persona, alguien de quien me conozca se pueda enorgullecer de haberse cruzado conmigo.

sábado, 16 de febrero de 2013

Despertar del insomnio

Toda mi puta vida he creído que sabía lo que decía sobre determinados temas, estaba convencido. Pensaba que yo era una persona de contrastes, que mirarme a mi era ver la unión entre la luz y las sombras, que sabía lo que era el amor y el desamor, o que en el fondo estaba equivocado con mis pensamientos.
Todo era una maldita mierda. De la misma forma que un día te das cuenta que realmente sabes muchísimas cosas de aquellos temas que estudias y que lo que pensabas antes no podía estar más equivocado yo ahora se que no tenía ni la más remota idea de lo que hablaba, que cuando hablaba de dolor lacerante no me refería más que a una pequeña molestia, que cuando hablaba de contrastes y contradicciones no me refería más que a pequeñas semejanzas entre 2 estados y que cuando creía que estaba equivocado con mi opinión hacía las personas y hacía mi mismo realmente esa duda no era más que una mentira que me decía a mi mismo.
Es probable que deje el blog abandonado un tiempo, es la primera vez que os lo digo pero estoy seguro que necesito un tiempo para dialogar conmigo mismo, para ganar en cordura o terminar de volverme loco, para hacer grandes descubrimientos científicos y demostrarle al mundo y a mi mismo que ese contraste en el que vivo de quererme y odiarme es perfectamente válido.
Ayer fue un día de "primeras veces", hice muchas cosas que nunca había hecho y que, por otro lado, es muy poco probable que vuelva a hacer. Parece que hoy sigue esa tendencia ya que deciros que no voy a visitar el blog en un tiempo también es algo que hago por primera vez, aunque claro, no se qué ocurrirá los próximos minutos, los próximos días, los próximos meses y si volveré por aquí, o si simplemente pasaré para completar todos aquellos análisis y entradas que nada tienen que ver conmigo y que tengo que escribir...

Ah, y por cierto, en algún momento desarrollaré un suero que me permita evitar este gen o más bien a su correspondiente proteina:


ATGGCCGGCCCCAGCCTCGCTTGCTGTCTGCTCGGCCTCCTGGCGCTGACCTCCGCCTGCTACATCCAGAACTGCCCCCTGGGAGGCAAGAGGGCCGCGCCGGACCTCGACGTGCGCAAGTGCCTCCCCTGCGGCCCCGGGGGCAAAGGCCGCTGCTTCGGGCCCAATATCTGCTGCGCGGAAGAGCTGGGCTGCTTCGTGGGCACCGCCGAAGCGCTGCGCTGCCAGGAGGAGAACTACCTGCCGTCGCCCTGCCAGTCCGGCCAGAAGGCGTGCGGGAGCGGGGGCCGCTGCGCGGTCTTGGGCCTCTGCTGCAGCCCGGACGGCTGCCACGCCGACCCTGCCTGCGACGCGGAAGCCACCTTCTCCCAGCGCTGA

viernes, 15 de febrero de 2013

Cumplir con uno mismo

Bueno, ya está, prometí, me prometí, que lo haría y está hecho. No es exactamente lo que tenía que ser, ni siento una liberación ni nada, solo siento miedo y casi no puedo ni comer. ¿He hecho bien? ¿He hecho mal? Creo que decidir eso no es tarea fácil, como ya dije, el código genético es mucho más sencillo que todo esto.
La sociedad es complicada, la gente es complicada y nunca puedes saber si has hecho algo mal, aunque en ningún caso fuera tu intención... Esta mañana tenía que dar un seminario, y ahora estoy peor que antes de haberlo dado... no se...



La voz de mi conciencia
No puede parar de hablar
No para de recordarme
Todo aquello que hice mal
Malditos remordimientos
Que no me dejan dormir
Noches en vela
Y no se cansa
No se va de aquí

Y no me arrepiento de nada
De nada
Y no me arrepiento
Porque lo que pasó pasó

Querida voz de mi conciencia
Por qué no brillas por tu ausencia
Por qué no sales
De mi cabeza
Y me dejas
Vivir en paz

La voz de mi conciencia
Me dice que he de cambiar
Que soy una chica mala
Y que debo escarmentar
Malditos remordimientos
Que no me dejan dormir
Maldita la hora
Que los dejé vivir en mi

Y no me arrepiento de nada
De nada
Y no me arrepiento
Porque lo que pasó pasó

Querida voz de mi conciencia
Por qué no brillas por tu ausencia
Por qué no sales
De mi cabeza
Y me dejas
Vivir en paz

Y no me arrepiento de nada
De nada nada

Y no me arrepiento
Porque lo que paso paso

Querida voz de mi conciencia
Por qué no brillas por tu ausencia
Por qué no sales
De mi cabeza
Y me dejas, dejas
Vivir en paz

lunes, 11 de febrero de 2013

Ruptura de miocardio

Cuán abandonado tengo esto... Ya va siendo hora de retomar entradas a medias y empezaré hoy porque... porque hoy tenía que ponerme a escribir una cosa y creo que no tengo la cabeza lúcida como para hacerlo, aunque quién sabe si en un rato podré.
Además, tengo miedo, mucho miedo de la semana que va a empezar, uno de esos presentimientos que no sabes si es bueno o malo, o que incluso puede que ni el destino mismo haya decidido hacia qué lado inclinar la balanza.
Pero bueno, este era y no era el tema de este post (si, las dos cosas al mismo tiempo, no en vano mi credo sigue siendo el universo cuántico). Y es que llevo mucho tiempo, quizá demasiado, pensando sobre un tema, y tomando decisiones.
Este tiempo he reflexionado sobre muchas cosas y he podido comprobar lo complejas que son las relaciones humanas. Se que no voy a descubrir nada especialmente novedoso, ni desconocido para la mayoría de vosotros, pero nunca está de más pararse a reflexionar y a observar todos los intrincados lazos que nos mantienen en este mundo.
Las relaciones sociales son una maraña muy complicada de leer, y más aún de entender, aunque ni siquiera nos demos cuenta de ello. Todos y cada uno de nosotros nos podríamos representar como un insignificante hilo del que parten, y al que llegan millones de conexiones con los demás hilos. Algo parecido a lo que Felix J. Palma describe como un "mapa del tiempo" y que, por analogía, llamaremos "mapa de las relaciones".
Cada una de nuestras acciones y decisiones, ya sea de una forma razonada o sin que nos percatemos de ello crean o destruyen conexiones. Y estas conexiones pueden tener mucha, pero que mucha importancia para los hilos que las reciben. De manera que podemos llegar a desestabilizar la vida de las personas más inesperadas al realizar acciones, tomar decisiones en las que, al menos a primera vista, no están implicadas.
Qué barroco hablo a veces ¿verdad? Pero bueno, creo que me habéis entendido. El caso es que normalmente no vemos los hilos que nos mantienen unidos unos a otros y por eso provocamos efectos que no tienen por qué ser los deseados, ni sobre las personas deseadas.
Pero hay algunas veces en las que si podemos llegar a intuir esas conexiones, y digo intuir porque nunca podemos estar seguros de que existan o no existan. Pero intuirlas es suficiente para, si no quieres hacer daño a otros, tener mucho cuidado con cada decisión que tomas.
Y en algo así llevo demasiado tiempo, con miedo a hacer según qué cosas por la posibilidad de hacer daño a personas que no están directamente implicadas en esas cosas. Y es que un problema añadido a conocer en primera persona el sangrante dolor del desamor (además del obvio) es que tienes muchísimo más cuidado a la hora de poder producirle tal daño a otras personas. O bueno, al menos yo no quiero hacer daño a la gente, así, porque si, pero esta aptitud no debe estar muy extendida...
Como he dicho antes, esta vez he tomado una decisión, que he comprobado que ya es inamovible, hay una cosa que tengo que hacer, que necesito hacer y que me aterra, por muchos motivos. Así que si, esta semana va a ser "interesante" pero por suerte, pase lo que pase, y termine como termine, la siguiente comenzará, y la siguiente... no se va a parar el mundo por algo que yo haga.