viernes, 9 de septiembre de 2011

5º de Primaria

Hola después de unos días de inactividad. Y no es por ganas de haberle metido caña a varios sectores y noticias, pero me encontraba algo griposo y no tenía mucho ánimo de escribir aquí.
Hoy, como veis, la entrada tiene un título algo peculiar. 5º de primaria. No, no es mi nuevo curso, ya que ese es 5º si, pero de Ingeniería Informática (ya el último, por fin). Es el nuevo curso de mi hermana. Hoy empieza ese "terrible" último ciclo de la educación primaria obligatoria y la pobre estaba muy nerviosa (hasta tal punto llegaba que incluso aceptó teorías cuánticas por su propia curiosidad).
Y es que, después de verla, me vinieron recuerdos de cuando yo estaba en su misma tesitura. Por aquellos tiempos yo era un niño pero, realmente, no he logrado encontrar ninguna diferencia reseñable con la persona que soy ahora.
Puede que lo más "llamativo" sea que al comienzo de ese curso aún no tenía gafas, ya que me las pusieron en el transcurso del mismo. Pero, en cuanto a mi persona... creo que sigo siendo exactamente igual, con más conocimientos y menos pelo, pero esencialmente igual. Y no se hasta que punto eso es bueno o es malo.
Yo miro a mi alrededor y todos mis conocidos han cambiado. Unos más y otros menos, pero todos han cambiado algunas cosas, de su carácter, de sus gustos, de sus aficiones, de sus actos... Pero yo no, yo sigo siendo ese crio de 10-11 años que veía dibujos al mediodía (casualmente ahora estoy rememorando esos mismos dibujos, mismas series, mismos capítulos...), que no era capaz de hablar en público y se tenía que quedar en los recreos castigado para recitar las poesías que se había aprendido de memoria muchas clases antes, que sentía fascinación por las ciencias y los ordenadores y... ¿por qué no decirlo? Que soñaba con esa compañera para toda la vida.
Me miro, y me miro y no dejo de asombrarme de las semejanzas. ¿Crecí demasiado deprisa o es que soy un inmaduro? La experiencia me hace decantarme más por la 2º respuesta ya que, cuanto más adulto es con quien me relaciono, mejor me llevo con él, pero claro no lo se.
¿Debería cambiar algo? y lo más importante ¿de verdad podría cambiar algo lo suficientemente sustancial como para considerarme otra persona? Supongo que solo el tiempo responderá a esas preguntas pero, por lo pronto yo no creo que vaya a cambiar sustancialmente, moriré siendo ese niño asustado y loco por las videoconsolas que siente adoración por las féminas y que prefiere una película de Disney antes que la enésima superproducción de Hollywood que se lleve muchos Oscars...

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