Un año más las Perseidas no faltan a su cita. Llevan ya unas semanas entre nosotros, y aún quedan otras cuantas en las que poder observarlas, pero su noche grande era hoy. Y, como todos los años, yo tampoco he faltado a la cita. Ya sabéis que el cielo nocturno siempre me ha fascinado, y esa magia intrínseca a las estrellas fugaces también. El mundo es demasiado gris como para no creer que hay algo de magia que puede cambiar las cosas.
Hoy, además, ha coincido con la Luna llena en fase de superluna y bueno, al final de la entrada podréis comprobar cómo lo de "super" no se quedaba corto. Además de ser una Luna especialmente grande, cosa que en la foto no se aprecia mucho, era muy luminosa. Os puedo asegurar que lo que fotografié era la Luna, no el Sol y ya veis la claridad que aportaba.
Por supuesto eso ha hecho muy complicado ver la lluvia de estrellas. La foto que corona la imagen muestra un campo de estrellas y ya se ven bastante poco luminosas y no se aprecia ninguna estrella fugaz. Bastante he hecho, que hasta hoy no sabía sacar fotos así. Cómo invisibles las estrellas, invisibles los deseos Aunque bueno, aún así a mi me ha parecido ver dos así que me he venido satisfecho a casa :).
¿Vosotros habéis pedido vuestros deseos?
2 comentarios:
Yo tendré que esperar al próximo año para ver una, porque lo que este... nada de nada.
Por cierto, nice pic!
Bueno, los deseos se pueden tener igual, aunque no se vean las estrellas. Y además, tenemos la suerte de que las Perseidas ningún año faltan a su cita!
Gracias! :)
Publicar un comentario