jueves, 28 de agosto de 2014

Bosquejos de cerezas


Hay situaciones que te asustan por que pueden ser tirantes, porque pueden ser incómodas. Pero hay veces que la vida te sorprende y te encuentras un camino llano, sencillo... que aquellas espinas que esperabas encontrar frente a ti alguien se encarga de limarlas, retirar los obstáculos, cubrir los baches.
Hay veces que la realidad tienen tintes de fantasía, ligeros aunque visibles. Y si bien se que la fantasía, aunque matice la realidad, no deja de ser una metáfora, con ninguna implicación a corto, medio o largo plazo, al menos supone un respiro agradable, una dulce brisa que rebaja la tensión y que... hace menos duro el próximo amanecer.
¿Cómo pueden, pequeños gestos relativamente cotidianos dar lugar a situaciones tan... tan... ? Bueno, digamos que nunca se me han dado bien los gestos cotidianos y menos aún dadas las circunstancias...

(Se que hace tiempo que no lo decía pero hay días que parecen diseñados por completo bajo la atenta mirada del Ojo Cuántico y que cada segundo siguiente se va formando por aquello que se necesita observar).

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