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La gente no comprendía que la verdadera intimidad no tenía por qué ser necesariamente una relación sexual, que se podía tener con desconocidos y en un estado de absoluta alienación; la intimidad consistía en hablar durante horas sobre lo más importante de la vida de uno.
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La gente no comprendía que la verdadera intimidad no tenía por qué ser necesariamente una relación sexual, que se podía tener con desconocidos y en un estado de absoluta alienación; la intimidad consistía en hablar durante horas sobre lo más importante de la vida de uno.
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Michel Duval
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