martes, 26 de marzo de 2013

Monotonía



Lluvia. 
Líneas de código.
Palabras vanas que no codifican lo que deberían.
Bucles sin una condición de salida lo suficientemente bien definida.
El tiempo pasa y apelmaza el espíritu. Cada día no es más que un calco del anterior, un calco del siguiente.
Un sombrío amanecer, cubierto de nubes negras, se torna luminoso con las promesas y los pasos.
Un día luminoso se transforma en sombrío bajo el peso de la monotonía, para, al final, volver a desafiar a las lágrimas del cielo y devolverle su luz perdida.
Entre tokens y sentencias la mirada va quedando cada vez más perdida, pero no es tan fácil acabar con el legado de Pandora.
Pequeñas rendijas por las que mirar, que no muestran sólo imágenes de la realidad, permiten asomarse a planos de existencia superiores, no regidos por las leyes de causalidad más frías, que aplican matices.
Generan tantas variables que tratar de entender sus interrelaciones haría recuperar la cordura a los más enfermos.
Tantos matices que ocultan su esencia bajo un halo de compleja sencillez. Sencilla complejidad que engaña a los que tratan de pasar por esta vida entendiendo algo.
Y, al final, todo vuelve al principio.
Líneas de código.
Lluvia.

4 comentarios:

# Will dijo...

In crescendo te percibo... interesante.

twisen dijo...

No es como lo que suelo publicar pero es lo que ese día me pedía la cabeza. Me alegro que al menos resulte interesante

# Will dijo...

Sobre todo me refiero a la derivada primera con respecto al tiempo. Te vas haciendo un hombretón, T.

twisen dijo...

¿Eso quiere decir que cada vez soy menos íntegro y más veloz? Es posible xDD