Un año más ha llegado el día de dejar las aceras de Salamanca hechas una mierda, que parezca que somos un muelle dónde se descarga y apalea el pescado. Un año más toca que esta ciudad se llene de alcohólicos y borrachos que vienen sólo porque han encontrado la excusa perfecta.
Y es que este año no es ni excusa porque ¿en teoría no tenía que celebrarse el último jueves de clases ya que es cuando los universitarios se despiden de sus amigos para irse a pasar las fiestas con sus familias? Dentro de poco vendrán los de PACMA a prohibir que se celebre porque creo que demuestra bastante bien lo que es el maltrato animal. Ah, no, que los animales tienen más dignidad en una célula qué toda la que se puede exprimir de la Plaza Mayor entera.
En fin, yo me voy a dormir, que mañana hay que madrugar.
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