Parece que la lectura me vuelve a resultar placentera y relajada, la cabeza va recuperando su estado habitual de funcionamiento y todo va a mejor. Ya ha caído en la cuenta anual otro libro y, aprovechando la lluvia de entradas que están cayendo últimamente voy a hablaros también un poquito del mismo.
Título: Fahrenheit 451
Autor: Ray Bradbury
Editorial: DeBolsillo
Colección: Contemporánea
Páginas: 180 (3 capítulos).
Precio orientativo: 8.95€ (la edición física que tengo yo y comprado en Abril de 2016)
Como veis esta vez se trata de un clásico atemporal de la ciencia ficción de realidades distópicas. Con él doy por concluida la lectura de los 3 libros más famosos de este género que, como todos sabéis son éste, Un Mundo Feliz de Huxley y 1984 de Orwell. He de decir que los tres me han gustado bastante pero, para mi, 1984 es el que se me hizo más pesado.
Los tres hablan de un futuro terrible al que, según sus autores, tiende la humanidad y los tres construyen ese futuro de una manera terriblemente verosímil. Hay que tener en cuenta cuándo fueron escritos y a qué hemos tendido.
Pero pasemos a hablar del libro que nos ocupa, Fahrenhet 451. Su nombre hace referencia a la temperatura a la que arde el papel, como ya nos explica el propio Bradbury al comienzo de su obra, y es que este dato es la referencia constante de la historia.
El libro nos describe un futuro no muy lejano, o un "pasado" ya que se publicó en 1954, en el que la sociedad ha sido alienada casi por completo. Los libros están prohibidos y cualquier ejemplar que exista debe ser devorado por las llamas. Estás llamas, paradójicamente, las llevan los bomberos que, en este futuro, no se encargan de extinguir los incendios, si no de provocarlos por orden del Estado, para mantener controlada a la sociedad.
Los libros son peligrosos, hacen pensar a la gente y eso es algo que cualquier Estado que quiera permanecer en el poder no puede permitirse. En nuestra sociedad, aún no hemos llegado a ese caricaturesco extremos pero si que somos capaces de vernos reflejados en otros muchos comportamientos de esa sociedad. La televisión como centro de la vida, la obtención de la "felicidad" por encima de todo, el discurso sobre lo malo que es pensar y darle vueltas a la cabeza. Tantos ejemplos que, en realidad, da bastante miedo. Pero eso no deja de ser una constante de todas las distopías bien escritas, que son verosímiles, que pueden ser, perfectamente, un futuro no muy lejano de nuestra propia existencia.
Para introducirnos en su mundo, y en las reglas del mismo, la historia se vale de Guy Montag, un bombero que no está plenamente sumido en esa vida idílica que se espera de la gente. No es feliz, lo sabe, y no sabe por qué no lo es. Pero si sabe que le falta algo, que la vida no puede ser tan vacía ni la existencia tan insignificante.
Respecto al resto de la literatura de Bradbury, de momento yo sólo me he leído éste y "Crónicas Marcianas", otra de sus obras magnas según las contraportadas que consiste en un recopilatorio de cuentos cortos sobre la colonización de Marte por parte de los terrícolas. He de reconocer que Crónicas Marcianas se me hizo más árido en algunas partes y que Fahrenheit 451 lo he disfrutado mucho más. Ya os iré comentando según vaya devorando más libros de este autor.
Como conclusión, este si es un libro que recomiendo a todo el mundo. Muy accesible, muy cortito y muy bien escrito para darle un poco al coco mientras lo leemos. No es tan oscuro como se dice de 1984 con lo que se hace disfrutable incluso para la gente que no es muy dada a leer ciencia ficción. No me gustaría tacharlo de "lectura para institutos" porque soy de los que piensan que no hay nada más contraproducente para la lectura y el amor a los libros que las lecturas obligatorias, pero si que creo que sería una buena base sobre la que montar un coloquio sobre el presente y el futuro.
Los tres hablan de un futuro terrible al que, según sus autores, tiende la humanidad y los tres construyen ese futuro de una manera terriblemente verosímil. Hay que tener en cuenta cuándo fueron escritos y a qué hemos tendido.
Pero pasemos a hablar del libro que nos ocupa, Fahrenhet 451. Su nombre hace referencia a la temperatura a la que arde el papel, como ya nos explica el propio Bradbury al comienzo de su obra, y es que este dato es la referencia constante de la historia.
El libro nos describe un futuro no muy lejano, o un "pasado" ya que se publicó en 1954, en el que la sociedad ha sido alienada casi por completo. Los libros están prohibidos y cualquier ejemplar que exista debe ser devorado por las llamas. Estás llamas, paradójicamente, las llevan los bomberos que, en este futuro, no se encargan de extinguir los incendios, si no de provocarlos por orden del Estado, para mantener controlada a la sociedad.
Los libros son peligrosos, hacen pensar a la gente y eso es algo que cualquier Estado que quiera permanecer en el poder no puede permitirse. En nuestra sociedad, aún no hemos llegado a ese caricaturesco extremos pero si que somos capaces de vernos reflejados en otros muchos comportamientos de esa sociedad. La televisión como centro de la vida, la obtención de la "felicidad" por encima de todo, el discurso sobre lo malo que es pensar y darle vueltas a la cabeza. Tantos ejemplos que, en realidad, da bastante miedo. Pero eso no deja de ser una constante de todas las distopías bien escritas, que son verosímiles, que pueden ser, perfectamente, un futuro no muy lejano de nuestra propia existencia.
Para introducirnos en su mundo, y en las reglas del mismo, la historia se vale de Guy Montag, un bombero que no está plenamente sumido en esa vida idílica que se espera de la gente. No es feliz, lo sabe, y no sabe por qué no lo es. Pero si sabe que le falta algo, que la vida no puede ser tan vacía ni la existencia tan insignificante.
Respecto al resto de la literatura de Bradbury, de momento yo sólo me he leído éste y "Crónicas Marcianas", otra de sus obras magnas según las contraportadas que consiste en un recopilatorio de cuentos cortos sobre la colonización de Marte por parte de los terrícolas. He de reconocer que Crónicas Marcianas se me hizo más árido en algunas partes y que Fahrenheit 451 lo he disfrutado mucho más. Ya os iré comentando según vaya devorando más libros de este autor.
Como conclusión, este si es un libro que recomiendo a todo el mundo. Muy accesible, muy cortito y muy bien escrito para darle un poco al coco mientras lo leemos. No es tan oscuro como se dice de 1984 con lo que se hace disfrutable incluso para la gente que no es muy dada a leer ciencia ficción. No me gustaría tacharlo de "lectura para institutos" porque soy de los que piensan que no hay nada más contraproducente para la lectura y el amor a los libros que las lecturas obligatorias, pero si que creo que sería una buena base sobre la que montar un coloquio sobre el presente y el futuro.
- ¡Dejarte tranquila, dices! Eso está muy bien, pero ¿cómo puedo estar tranquilo yo mismo? No necesitamos que nos dejen tranquilos. De cuando en cuando, nos convendría estar seriamente preocupados. ¿Cuánto tiempo hace que no has tenido una verdadera preocupación? ¿Por algo importante, por algo real?
No hay comentarios:
Publicar un comentario