Life is Strange es el segundo juego de los franceses de Dontnod, un pequeño equipo de desarrolladores que nos traen juegos un poco "diferentes" a lo que estamos acostumbrados. Sobre su primer trabajo, Remember Me, poco puedo contaros de momento, ya que aún no he podido jugarlo. Pero sin lugar a dudas con Life is Strange acertaron de pleno. Le estuve siguiendo la pista desde que se anunció aunque no fue hasta su lanzamiento en formato físico que me hice con él.
Y es que se trata de un juego episódico, de esos que Tale Tale nos prepara cada cierto tiempo. En este caso la "temporada" completa contaba con 5 episodios, siendo el primero de ellos gratuito. Y no es la única similitud que tiene con los juegos de Tale Tale ya que también se enmarcaría dentro del género de las aventuras gráficas. O al menos es donde mejor podría encajar. Aunque posiblemente tengamos que empezar a plantearnos el reservar un género para las "películas interactivas" como éste o los que le gustan a David Cage, ya que es lo que son realmente.
Life is Strange nos nos transporta al mundo de Maxine Caulfield, que ha vuelto a su ciudad natal, a orillas del mar, para estudiar fotografía en la elitista academia Blackwell. Al poco de llegar tiene una premonición sobre la destrucción de la ciudad por parte de un extraño fenómeno atmosférico y también descubre que puede volver atrás en el tiempo. A lo largo de la historia deberá enfrentarse a los problemas normales de una estudiante introvertida, los inmensos líos de una academia americana y, sobre todo, que sus actos, por muy bienintencionados que sean, tienen consecuencias.
Personalmente creo que la historia, que es el principal aliciente del juego, está muy bien llevada. Trata temas adultos de una forma seria y realista, en cierto sentido ayuda a elevar ese estándar de historias al que van tendiendo los videojuegos, que ya no van sólo de coger una escopeta muy grande y acabar con una invasión de horribles alienígenas. El juego nos va llevando por una trama que podría ser el guión de una de las series de moda en Netflix, de hecho hay (o había) una serie en producción, porque al final, lo que menos importa son los "poderes" de Max.
En cuanto al gameplay, como ya hemos dicho más arriba, no esperéis acción a raudales. Aquí no se trata de eso, se trata de tomar decisiones, de hablar, de conocer la historia de equivocarse y rebobinar. Nuestras decisiones tienen consecuencias en el desarrollo de la historia, consecuencias que la cambian, incluso entre episodios. Eso si, no esperéis cambios espectaculares, existe un esqueleto común, una historia externa a la protagonista, que permanece más o menos estable, pero es que, en realidad, la vida es así, las pequeñas decisiones no afectan en gran medida a nuestro camino.
Existe la posibilidad, en algunos casos, de deshacer la última opción que hemos tomado, lo que nos permite asomarnos a las consecuencias pero en realidad yo no creo que haya que jugar así. De hecho yo lo he jugado sólo una vez y no me quedan ganas de repetirlo tomando otros caminos, para mí esa ha sido la historia de Max Caulfield aunque para otros haya sido ligeramente distinta. Puede ser uno de esos juegos que jugar en compañía, tomando las decisiones por consenso. O no, jugarlo como si fueses la protagonista, con lo que tu piensas.
Sin duda el apartado multimedia esta muy cuidado, tanto los gráficos como el sonido lo vuelven una obra de arte, a su manera indie, por supuesto, pero le dotan de un encanto especial. Se nota que han puesto mucho mimo y cuidado en generar una atmósfera intensa y bonita, que se ajusta a la perfección en cada fase del juego.
Max es adorable, al menos para mi, pero además de eso es fotógrafa y eso añade una pequeña funcionalidad al juego, el ir adquiriendo momentos, pequeños retazos de memoria. Cada episodio tendrá sus momentos memorables, unos más claros y otros más escondidos, pero para los adictos al completismo plantean un pequeño reto a mayores de la historia. Ah si, además esta faceta de la señorita Caulfield tendrá su importancia...
En definitiva, os recomiendo encarecidamente que juguéis esta obra de arte. Es una aventura recomendable, de no muy larga duración, que andará por las 6-8 horas, pero que, sin duda, merece la pena.
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