Seguimos en nuestro ciclo especial sobre ciencia y hoy nos toca hablar de un nuevo descubrimiento ciertamente sorprendente que se ha publicado en Current Biology. En concreto, y como podéis leer en el título, es un descubrimiento realizado sobre los mosquitos. Resulta que tienen memoria, y pueden aprender.
Lo que viene a demostrar el artículo es que los mosquitos con los que han experimentado tienen la capacidad de acordarse de las experiencias cercanas a la muerte, asociar olores al momento en el que podrían haber sido aplastados para, de esa forma, evitarlos en el futuro. Dicho así queda mucho menos espectacular, pero eso es porque se le quita, intrínsecamente, la importancia que supone el haber demostrado la existencia de memoria, o protomemoria, en organismos tan alejados de nosotros (ya sabéis que me niego a decir "menos evolucionados" porque todos llevamos en esta Tierra el mismo tiempo y, por tanto, hemos sobrevivido el mismo periodo aunque hayamos llevado diferentes trayectorias desde la célula primigenia).
¿Qué supone esto? Y aquí es donde nos podemos poner a filosofar mucho, a permitir que "se nos vaya la olla" para caricaturizar hechos consabidos de la realidad actual.
Si un mosquito puede aprender qué le producirá la muerte, y evitarlo, además de permitirnos crear sistemas que eviten las picaduras, abre la oportunidad del entrenamiento de mosquitos. Ya se hizo con las palomas, entre otros animales.
Y si los entrenamos ¿por qué no llevarlo más allá? ¿Por qué no convertirlos en los sustitutos perfectos de esos seres que tanto desapego y desprecio producen en muchos IPs (y todo tipo de jefes, claro). ¿Por qué no convertirlos en los becarios perfectos?
Tendrían un pánico atroz a dejar de realizar sus tareas porque el aprendizaje es por el miedo a la muerte inminente. Siempre se les oiría, zumbando literalmente, en sus obligaciones. No duran mucho así que ni siquiera les dará tiempo a darse cuenta de la estafa. No te dará tiempo a tenerles apego y podrás aplastarlos de un manotazo cuando te canses de verles danzar.
¡Son los bioin... becarios perfectos! ¿No se supone que su trabajo lo pueden desarrollar los monos ciegos? O al menos eso es lo que muchos le hacen ver a sus pobres minions (por suerte no todos se comportan igual). Así que ¿por qué no cambiar el paradigma y pasarnos a los mosquitos?
¿Y por qué quedaros sólo con los mosquitos? ¿Por qué no ampliar a otros organismos? ¿Mantis para purificar DNA? ¿Escarabajos para volver a enrollarlo? Encinas, esponjas o estrellas de mar. Estoy seguro que una ameba sería una buena adquisición en según qué situaciones. Así que ya sabéis, si empezáis a entrenar insectos desde ahora, las posibilidades son ilimitadas. Ahora, eso si, lo que no se puede garantizar es que todas estas especies sean capaces de saltar de alegría.
P.D.
Pobres mosquitos, ellos no tienen culpa de nada :-( Sólo pican por instinto y supervivencia, no lo hacen con maldad. Ningún mosquito ha resultado dañado en la redacción de este artículo.
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