Eres la que me verá primero
cuando esté tirado en el suelo
sin conocimiento o muerto.
Serás el cristal que rompa cuando llore
frente al espejo de impotencia y rabia.
Tu eres
la que sufre por mis sonrisas demenciales,
la que acribilla mi silencio
en momentos de aturdimiento.
Mirad todos como me arrastro otra vez,
mirad como me arrodillo a sus pies
y a la vez no paro de causar incoherencia.
Ahora me miras con resignación,
el amor se funde con el terror
y no preguntas
de qué sirven ahora todas tus teorías.
Eres la que no podrá soportar
mía tardes frente a la ventana callado,
mis deseos de gloria infinita.
Serás la que no comprenderá los sueños,
las mentiras de una vida incompleta
y una realidad de dos caras.
Yo solo soy, una gran contradicción:
odio lo que me hace estar bien,
amo lo que jamas alcanzaré.
Mirad todos como me arrastro otra vez,
mirad como me arrodillo a sus pies
y a la vez no paro de causar incoherencia.
Ahora me miras con resignación,
el amor se funde con el terror
y no preguntas
de qué sirven ahora todas tus teorías.
Y muerdo el polvo en la fatalidad
detestar todo lo que es lógico
y está bien para ellos.
Al no soportar su falta de ambición,
la estúpida visión de sus ilusiones
flotando bajo la lluvia...
Mirad todos como me arrastro otra vez,
mirad como me arrodillo a sus pies
y a la vez no paro de causar incoherencia.
Ahora me miras con resignación,
el amor se funde con el terror
y no preguntas
de qué sirven ahora todas tus teorías
acerca de la vida y la muerte,
acerca de lo que nunca entenderás.
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