Esos días en que, lo que debería ser una buena noticia, no hace más que cabrearte. En que realmente no quieres hablar con nadie porque sabes que nadie será capaz de entender ni la millónesima parte de lo que pasa por tu cabeza y porque sabes que no hallarás consuelo en su palabras vacías, rebosantes, eso si, de estupideces e inexperiencia.
Consuelo que no necesita consejos, sino simple y llanamente escuchar y comprender. Pero claro, eso es extremadamente complicado de encontrar. Y ni siquiera puedo hacer que el basto océano de internet me escuche porque, al fin y al cabo ¿de qué habría de quejarme?
2 comentarios:
Si te sirve de algo... yo te leo! No es lo mismo que escuchar, pero te leo xD
Claro que sirve. Que ya se te estaba echando de menos!!! xD
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