martes, 4 de junio de 2013

Recordatorios de uno mismo

Hoy ha vuelto a ser uno de esos días en los que ele balance no debería ser... excesivamente negativo, y sin embargo llego a casa hecho mierda. ¿Por qué? Supongo que no hay una respuesta sencilla a esta pregunta, nunca hay una respuesta sencilla para esta pregunta. Y lo cierto es que ni yo mismo lo se. La sensación de abatimiento se cierne sobre mi, me acoge y me ata a las tinieblas.
Y digo que el balance no debería ser excesivamente negativo porque, aunque si que ha habido un par de actos hacía mi que no me han parecido nada bien, por lo general estoy satisfecho con mi trabajo, lo estaba... o, lo que sea.
Hoy he necesitado música, se me han hecho los "paseos" muy largos, demasiado. Demasiados temas en la cabeza que ni siquiera dejan pensar en las secuencias de DNA que debo analizar ni en ese tipo de cosas que habrían de tener importancia. 
He salido con un gran dolor de cabeza. Podría engañarme y convencerme a mi mismo que era por el tiempo, o por tratar con demasiados temas biológicos diferentes pero, por desgracia, se acercentó en el momento justo como para no tener excusas. Se bloquearon todos los pensamientos en uno solo después y... bueno, me conozco lo suficientemente bien como para negarlo.
En cualquier caso ¿qué debía haber hecho? Si, yo, como Kvothe, he estado a punto de olvidar algo, de pensar por un momento que el pasado no ha ocurrido que podría volver a... ... intentarlo. Pero no, eso es algo que ya no depende de mi, no depende de lo que yo quiera, sienta o piense. Ya no. El pasado no se puede olvidar.
Y si, ya se que sobrestimé mi aguante, subestimé el esfuerzo que requiere. No supe valorar lo desquiciante de la situación. Pero hace bastante que ya no depende de mi...

No hay comentarios: