Hoy no ha sido una mala tarde, ni una mala noche, incluso no podría decir que haya sido una "mala" semana, aunque ha sido increíblemente larga. Sin embargo, ahora mismo, tengo una sensación horrible encima.
No sabría decir muy bien qué es lo que siento, ni porqué se que es algo malo. De hecho sería muy fácil culpar a la luna de todo, ya que está más cerca que nunca ¿no?; o a... lo que sea. Pero lo cierto es que este abatimiento no se debe a fuerzas sobrenaturales, ni a nada lejano.
Es algo de dentro, de muy dentro; una de esas "corazonadas" que te dicen que todo va a salir mal, da igual lo que sea, hagas o no hagas nada, cualquier cosa, grande o pequeña, importante o insignificante, va a ir mal, absolutamente mal.
Hay fuerzas que se están agotando y que ya ni la inercia puede mantener. Ya no hay manera de rebañar más el cuenco, todo se ha derramado, evaporado... La Caja de Pandora ha pasado abierta demasiado tiempo y ya no queda ni la esperanza.
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