sábado, 9 de noviembre de 2013

Ciencia


Inicio esta entrada con una foto de Ciencia, la rata de la Princesa Chicle para darle un toque humorístico al asunto, porque lo cierto es que es grave. Tanto que he ido posponiendo su redacción a lo largo de las últimas dos semanas.
La falta de respeto que he sufrido ha sido demasiado grave. La hipocresía demostrada por ciertas personas de mi ámbito más cercano ha sobrepasado la indecencia, ahora se con seguridad cuánto valen las palabras de según qué personas.
Es un tema que tampoco quiero comentar mucho porque me llenan de ira los comentarios que me invitan a dejarlo correr y a no "tomármelo como algo personal". Es que fue algo personal, de hecho sigue siendo algo personal. Y si no hubiera sido tan grave me gustaría saber la razón, pero en este caso la razón me da igual porque ya no hay nada que pueda hacerme cambiar de idea.
Si que es cierto que una parte de mi se pregunta por los pensamientos de ciertas personas que han quedado en un... ¿segundo? ¿primer y medio? plano. Personas que, si bien no se han visto tan directamente afectadas como yo, si que han salido muy beneficiadas en todo esto. Me gustaría saber si ellos mismos han sido artífices o simplemente han visto como un caramelo les caía del cielo. Pero claro, eso es algo que nunca voy a poder averiguar, al meno por medios que no impliquen dejar de lado toda moral y ética, algo que no voy a hacer porque no merece la pena.
Y me ha jodido, me ha jodido mucho que se haya cruzado el punto de no retorno, que ya no haya nada que puedan decirme o hacerme para que cambie de opinión. Me jode porque me gustaba mi trabajo, y lo hacía jodidamente bien, aunque acabe de sonar muy ególatra. Pero es la verdad y lo dicen los hechos, la eficiencia y el trabajo realizado.
Ante todo he tratado de ser racional y no dejarme llevar por los sentimientos más viscerales, por eso no hablo de ello, no doy mi versión de los hechos, es mía y nada más, subjetiva, como debe ser una versión personal, y no se la voy a imponer a nadie. Ya ni siquiera el tiempo juzgará y pondrá a cada uno en su sitio porque en temas como este no importa quien hizo realmente el trabajo, ni quién vio e interpretó primero las cosas, solo importa lo que queda escrito, porque en el fondo todos, o al menos la mayoría, son iguales.

"En realidad no se fiaba de nadie: la historia estaba poblada de hombres mediocres que habían usurpado la gloria de los descubrimientos a sus verdaderos protagonistas, llevándose los laureles y condenando a los auténticos descubridores al olvido."

2 comentarios:

# Will dijo...

Por el poder de la verdad, yo, estando vivo, he conquistado el universo.
Hay un pequeño remanente inusurpable.

twisen dijo...

La ciencia ya no se hace, se roba