lunes, 14 de abril de 2008

Una larga carrera

A partir de un momento la vida se vuelve una carrera, una carrera de fondo, en la que hay que aguantar, llegar al final, luchar por ser el primero y no dar tregua al rival.
Desgraciadamente es así, no hay más. O comes o te comen.
El ser humano llegó a ser el "rey" de la evolución porque somos la única raza lo suficientemente estúpida como para que sus miembros se ataquen entre ellos lo que nos obliga a luchar para sobrevivir.
Mantenernos en pie es lo difícil. La actitud fácil es abandonar, dejarlo, no luchar. Es una opción muy fácil y relativamente cómoda, pero no nos es natural. Hay algo que nos dice que sigamos adelante. Lo malo es cuando la voz que te dice que lo dejes se hace fuerte. Te dice que seguir no tiene sentido, que no vale para nada, que te va a ir igual si lo dejas que si no.
Hay que tratar de resistirse a esa voz, aunque cueste, aunque tenga razón. Porque no estamos hechos para abandonar. No cogemos la salida fácil. Somos manipuladores por naturaleza lo que nos lleva a tomar el camino difícil y ¿no es, al fin y al cabo, el secreto de nuestro éxito evolutivo?

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