Podría poner una y mil excusas, ciertas todas ellas, para el hecho de no haber escrito en este pedacito de internet durante tanto tiempo. Pero, realmente, ¿me las creería? Yo no, porque se que la razón principal de haber abandonado tanto mi querido blog, ha sido la vagancia. Porque si, es cierto que últimamente me cuesta mucho más escribir y redactar, pero eso pocas veces me ha importado ¿no? A quien no le guste que no lea ¿no solía escribir yo cosas como esa?
Y bueno, he de admitir, porque ya sabéis que me gusta ser sincero con lo bueno y con lo malo, que, después del agobio, he pasado unos días bastante buenos, incluso podría decir que felices en casi todos los aspectos importantes de la vida. Hasta me sentía muy optimista. Me he divertido mucho con algunos juegos del "gato y el ratón" mientras funcionaban. He estado, estoy de hecho, muy agusto con una novedad importante en mi vida que ya os contaré cuando llegue el momento. Y bueno, aunque las preocupaciones nunca se van del todo, pues estaba mucho mejor que lo que acostumbro.
Pero, como siempre en mi vida, las buenas sensaciones no duran más que un espacio tan pequeño de tiempo que no es ni un suspiro, no da ni un respiro. Ahora no solo ha vuelto el agobio, sino que una nube inesperada y aún más negra que cualquier otra que haya sobrevolado mi alma, ha cubierto el sol y ya no va a desaparecer de aquí en demasiado tiempo.
Quiero descansar de una vez. Ya que la vida no me va a dejar, que sea la muerte la que lo consiga. No voy a decir que me gustaría que se cayera el avión Frankfurt-Narita, porque en él iría gente que no quiero que le ocurra nada, pero una mala intoxicación letal, un accidente... No se, algo. Estoy muy cansado, llevo demasiado tiempo en una situación que ni me he buscado, ni me merezco, o al menos eso creo, aunque ya vuelven las voces que dicen que si, que me lo merezco y que no es necesaria ninguna explicación, simplemente es una verdad universal.
De momento aún conservo fuerzas mantenerme en pie, y mirar de frente a esa vida que no me deja tranquilo. A desafiar a los elementos a que consigan tumbarme definitivamente. Y aunque hoy se tambalea mi principal razón para mantenerme en este mundo hasta el "fin" del mismo, creo que es una fecha a la que aún puedo aspirar sin demasiados problemas.
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