Bueno, va siendo hora de hablar un poco del viaje a Japón, ya que se aproxima inexorablemente la fecha de partida. Creo que ya os la dije, pero en cualquier caso, es el 4 de noviembre, de madrugada, y no llegaremos hasta las 8 de la mañana del 5 a Narita, el aeropuerto más cercano a Tokyo. Un día de vuelo... con lo que me gusta volar. Claro que hay que quitarle la escala y las horas de desfase xD, pero aún así es un día. En cualquier caso, seguro que merece la pena, al fin y al cabo es Tokyo ¿no?
¿Y qué os puedo contar? Pues, dado que no me gusta releer lo que escribo, y que hace mucho que publiqué el último post relacionado con este tema, os contaré que hace meses que tenemos las entradas para el museo Ghibli que, por motivos de horarios, será nuestra primera visita en el país nipón, antes incluso que la que será nuestra calle favorita (bueno, uno siempre se puede escapar media horita... xDD).
Nuestro querido y muy eficiente guía, dux universalis e instigador, ya nos tiene preparado un completísimo planning para los primeros y últimos días así que más o menos ya sabemos lo que es seguro que vamos a hacer.
Como veis en la foto superior, ya tengo el pasaporte. De hecho lo tengo hace meses que es cuando tenía que haber hecho esta entrada, pero por diversos motivos, no me ha sido posible hasta ahora. También me he hecho el seguro de viaje y he confirmado los vuelos.
Por un motivo que os será desvelado en unas semanas, era posible que no pudiera ir al viaje pero, por suerte, no hay ningún problema. De manera que esto ya no tiene vuelta atrás, allá que nos vamos. Ahora hay que hacerse con dos maletas lo suficientemente grandes como para contener la enorme cantidad de cosas que parece que nos traeremos todos los que seremos compañeros en esta travesía. Yo de momento creo que me voy a tener que comprar una, y que tiraré de la que ya tengo como segunda.
¿Qué más contar? Pues dado que mañana tengo el último ensayo de mi defensa del proyecto de fin de carrera y que supongo que en muy breve tendréis más noticias del viaje, creo que no hay mucho más que contar, así que... ¡A pastar!
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