15 de Marzo. 15 M para muchos. Para casi todos. Hoy parecía que no había otra cosa de la que hablar en la prensa, y eso no suele ser una buena noticia. ¿Por qué? Porque el espíritu del 15 M nació para ser silenciado por las élites. Nació para molestar, para que no se hablara de ello en los medios pero estuviera en boca de todo el mundo.
Si bien es cierto que ese levantamiento de hace cuatro años nos ha traído cosas buenas, ha despertado a algunas personas, nos ha vuelto un poco más críticos y ha hecho que "los de siempre" se replanteen ciertas cosas, aún queda demasiado por hacer.
No podemos olvidarnos que, en pleno auge del movimiento, el PP consiguió el mayor control del Congreso y el Senado en toda la historia de la democracia. Es cierto que lo hizo porque más de la mitad de los ciudadanos no ejercieron como tal y no fueron a votar, y también es cierto que fue culpa de nuestro horrible sistema electoral, pero lo cierto es que nos han oprimido con puño de hierro durante cuatro largos años, por mucho que ellos defiendan que han "salvado a España".
Ese movimiento que ahora se reconoce por el mundo como una demostración, muy positiva, del desencanto de la gente, es, hoy día, ilegal. Con la excusa de la "seguridad ciudadana" podrían encarcelar y multar a todos aquellos que lucharon por una España diferente hace cuatro años. ¿Es que hemos de permitirlo?
Ahora el desencanto tiene cauces "tradicionales" para expresarse. Se han creado, o han crecido, partidos que quieren convertirse en una alternativa a todos aquellos que nos han llenado de mierda y corrupción. Eso si ¿merecen ser ninguneados como está ocurriendo en Andalucía? ¿Se merece Teresa Rodriguez los insultos y las malas formas a las que se debe someter todas y cada de las sesiones del congreso? ¿Esos son los políticos de patio de colegio que tenemos?
No, no y no. No podemos quedarnos viendo Mujeres y Hombres y Viceversa. Aunque el cambio sea cada vez más lejano gracias al borreguismo de la gente. No podemos permitir que eso ocurra porque al final no es más que mierda que nos salpica a todos. Bueno, no, a todos no. Quizás ese sea el principal problema...
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