En muchos aspectos la vida se parece más a un videojuego de lo que les gustaría a muchos ¿o son los videojuegos los que se parecen a la vida? Hoy quería hablaros de un evento que se produce a veces en la vida y que todos habréis experimentado. Se trata de "Subir de nivel".
A los jugadores os resultará un concepto más que conocido, buscado de hecho. Es ese momento en que, tras mucho entrenamiento, el personaje al que manejamos cambia, mejora, y todo lo que hasta ese momento le costaba un mundo ahora se vuelve más sencillo. Este momento se va acercando a medida que obtenemos puntos de experiencia realizando tareas en el propio juego.
Pues yo quiero defender ese concepto para la vida real. Creo sinceramente que al progresión por la misma, al igual que el resto del universo, se produce de forma cuántica, avanzas entre estados discretos no de una forma continua. Si, es cierto que con un "boli mágico del poder" o con una "bufanda fabulosa de la bondad" o mejor aún con unas fantásticas "rodilleras de la seducción" puedes conseguir efectos similares, transitorios y que pueden hacer que parezca que existe una progresión continua, pero no es así.
Vamos a poner un ejemplo para explicar mejor mi tesis. Creo que el año pasado os conté que tenía que dar un seminario en un salón de actos (de hecho me parece que os dí bastante la paliza, como debe ser) y el problema que eso me causaba. Al terminar tuve una sensación que, en ese momento me limité a entender y que ahora denomino de esta forma tan videojueguil ¿Por qué?
Pues muy sencillo. Una vez superada esa montaña, todas las que son más pequeñas que esa dejaron de suponer un rato verdaderamente temible así, en un instante. Es cierto que el superar una montaña te abre la vista a otras más altas y peligrosas, siempre hay retos que acometer, pero los que vas superando te dan la experiencia necesaria para marcar hitos y evolucionar poco a poco.
Hoy he tenido esa sensación tras haber superado, al menos de momento, una serie de retos que tenían bastante agobiado. Además los he superado con bastante tiempo y con un resultado que yo mismo considero muy aceptable, lo cual no es normal. He tenido esta sensación y la analogía me ha venido sola a la cabeza. Crecer lo llaman algunos, a mi me gusta más algo más friki ¿qué le vamos a hacer?
P.D.
Sí, buscando una imagen para ilustrar la entrada me he dado cuenta que ha sido un concepto ya utilizado en otros lugares como en la genial obra Scott Pilgrim así que ¿qué mejor que homenajearla?
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