En unas horas empieza la final del Bioinformatics Contest 2017 de este año. Participé en la eliminatoria hace ya casi un mes y fui uno de los pocos que conseguimos clasificarnos para esta última fase. Aún no se sabe cuáles serán los retos, ni tampoco los premios si es que al final los hay (parece que ya han puesto los premios en la web) pero bueno, no es por eso por lo que se participa en estos concursos.
Como todo buen informático sabe, hay que mantener las aptitudes siempre alerta, como dirían los scouts, "siempre preparados". Y no hay forma mejor de hacerlo que mediante juegos de ingenio y problemas creados a tal efecto. En el caso de la informática y la algoritmia hay infinidad de recursos en la web, de mayor o menor dificultad, que ayudan a aprender nuevos lenguajes o mejorar en el desarrollo de algoritmos.
En el caso de la bioinformática no tenemos muchos recursos de este tipo. Hay un par de páginas para aprender conceptos básicos y, ahora, se realiza este concurso con problemas nuevos y de cierta dificultad. Aunque la principal dificultad suelen ser los criterios de optimización que hay que cumplir para obtener la mejor puntuación. Esa necesidad de optimizar es lo que nos hace mejorar realmente, conseguir que el código se ejecute en el menor tiempo posible y consumiendo cantidades razonables de memoria, siempre que las entradas también estén limitadas, claro está.
En fin, a ver qué tal se da, que esta vez no hay una semana para darle al coco, sino que sólo disponemos de 24 horas. Sólo pasamos a la fase final el 5-10% que de los participantes a nivel internacional que conseguimos superar cierta puntuación y ya me siento muy satisfecho por ello. Lo cierto es que lo intentaremos hacer lo mejor posible, como siempre, como todo, y por lo menos pasaremos un buen rato discurriendo y razonando cómo es la mejor forma de dar solución a estos nuevos problemas. Sólo por eso habrá merecido la pena :D.
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