miércoles, 31 de marzo de 2010

Desordenado mi cuarto, desordenado mi cerebro, ¿desordenada mi alma?


Bueno, ya veis, eso es una parte de mi cuarto. El resto está igual. Y... he pensado esta mañana que mi cerebro está igual. En ambos sitios hay demasiadas cosas, todas amontonadas en un desorden caótico, se te vienen encima a la menor ocasión.
Y no es que estén colocadas de una manera lógica ni nada. Siempre suelo acabar encontrando cualquier cosa que busco pero, simplemente están así.
Al igual que resulta casi imposible entrar en mi cuarto, lo es entrar en mi cabeza. Las pilas de tareas, de cosas por hacer, se amontonan. Los pensamientos ya ni siquiera pueden fluir con cierta agilidad. Ahora mismo me estalla la cabeza por un lado.
Me disperso y se me van los pensamientos de la cabeza. No soy capaz de centrarme en algo y cada vez se amontonan más cosas.
Mañana voy a hacer otra de esas cosas de las que se, ya de primeras, que me voy a acabar arrepintiendo, pero que "me obligan" a hacer.
Parece que últimamente mi vida ha vuelto a la rutina de las compras. De nuevo todos los días una nueva compra. Supongo que es por lo de siempre, pero nada de lo que hago consigue cambiar mi interior.
Demasiadas dudas, heridas, tareas... No consigo montar el puzzle de mis ideas, sigo sin saber quién soy y por qué he de seguir aquí. Cada vez me parezco más un extraño a mi mismo, que se deja llevar por las corrientes de la vida, sin nada a lo que aferrarse. Sin nada más que los recuerdos que parece que es lo único que tengo...
Se que debo hacer una ordenación de mi habitación, también de mi cabeza, pero es algo mucho más complejo que una ordenación de burbuja. Ójala existiera un QuickShort para la vida, para el alma, para las habitaciones, y para el cerebro...

No hay comentarios: