lunes, 31 de mayo de 2010

Asco de día

Hola, ¿qué tal ha comenzado vuestro día? ¿Alguna novedad importante? Bueno, habiéndose acabado los exámenes habrá muchos que ni siquiera se hayan levantado. Os pregunto a vosotros porque el mío sigue exactamente igual que siempre, en su descenso imparable y desquiciante a la locura.
Parece que tengo un sueño que me muero ya que no soy capaz de mantener los ojos abiertos ni por casualidad, pero, en realidad, creo que si he dormido. Lo que no se es cómo he dormido, ni cuánto he dormido, ni por qué he dormido. ¿Acaso no sería más fácil abandonarme al infinito? Que mis átomos, o al menos la energía de la que surgieron vuelva al desorden caótico del universo autocontenido.
Si, ya me estoy poniendo poético, pero es que no aguanto más, se que lo digo muy a menudo pero eso no lo convierte en menos cierto. Hace tiempo que rebasé el límite de aguante mío, esa raya imaginaria que nos debería permitir diferenciar lo que puede destruirnos. Pero a mi no me ha destruido, al menos no completamente. Sigo aquí, en alguna parte, dejándome llevar por el viento que ondea la supercuerda en la que se encuentra este insignificante ser.
¿De verdad tengo alguna utilidad en el mundo? No, eso es imposible, ilógico y sólo es consistente con teorías egocéntricas en las que estoy en el mundo para cumplir alguna tarea, algún destino. Y eso estaba muy bien para el oscurantismo y la vida mística, para los videojuegos, el cine o la literatura. Pero la realidad no es así.
Y mientras tanto, lo único que hago es luchar contra mi mismo, contra mi pasado, presente y futuro tratando de conseguir fuerzas para decidirme por uno de los 2 caminos que se me plantean "¿Deseas continuar la partida (o debería decir la parida)?"
No, no lo deseo, pero... el mundo no se mueve según mis deseos...

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