domingo, 9 de mayo de 2010

¿Sin título?

Hoy por no encontrar... no encuentro ni título. Pero no quería poner otra vez puntos suspensivos o cosas parecidas que pongo cuando no hay nada más que poner. ¿Qué decir hoy? Nada, como siempre, demasiadas cosas, ninguna en especial.
Podría decir sin equivocarme demasiado que esta ha sido una de las semanas más jodidas de mi vida, y aún falta un día. ¿Por qué? Por nada, porque todo sigue igual, porque todo va a más, porque todo empeora... Por todo.
Ahora mismo de lo único que tengo ganas es de morirme cuanto antes. Que los 100 años justos que me había marcado, a modo de estupidez supina, pasen lo más rápido posible ya que, sólo pensar en ellos me hunde aún más sólo al pensar lo largos que serán, demasiado tiempo, y a la vez, demasiado deprisa.
Por supuesto, like always, tengo demasiadas cosas que hacer y no hago ninguna. Bibliotecas, proyectos, estudios... o simplemente actualizar un insignificante archivo de control de colección. Muchas cosas, todas carentes de importancia para mi propio ser ahora mismo.
Creo que llevo demasiado tiempo en la misma, o parecida situación, demasiado tiempo viendo como sólo le ocurren cosas a los demás, sólo son los otros los que están mal, sólo es importante lo que el resto del mundo considera que así es.
¿Qué me queda? ¿Llorar? Hace demasiado que no lloro, que soy incapaz, o simplemente no aliviaría de ningún modo nada, ya nada... ¿Comprar? Muchas cosas, mucho dinero... demasiadas compras sin sentido alguno, por el mero hecho de comprar, y nada parece indicar que vaya a poder parar. Aunque hoy, ni eso me sirve, hoy estoy... cansado. Hoy sólo quiero que todo acabe, sólo desearía haber perdido la cabeza completamente, pero, por desgracia no ha sucedido.
Y mi adicción a las compras no es el único efecto colateral que estoy sufriendo. Estoy engordando, supongo que como más de lo que yo mismo creo. Eso unido al hecho de que no hago ningún tipo de ejercicio porque no tengo fuerza moral ni para levantarme de la cama, que no duermo por las noches y mi cuerpo deduce que de algún sitio tendrá que tirar para obtener su energía... También pego a las paredes o me dejo los dedos en el mando de PS3.
Me estoy convirtiendo en un monstruo despreciable, guiado por instintos que no lograrán satisfacerme de ninguna manera. A veces pienso que ya no tengo vuelta atrás, que no sólo me he perdido a mi mismo sino también la posibilidad de llegar a encontrarme algún día y volver a sentir pasión por algo, volver a ilusionarme aunque sea con una tontería de consola que acabará decepcionando o con algún juego, o con cualquier otra estupidez.
Y bueno... creo que lo dejo ya que no son horas para esto. Quizá no debería ni publicarlo... Cambiaré la interfaz del Ubuntu que seguro que es una tarea más práctica...

No hay comentarios: