domingo, 8 de octubre de 2017

[Análisis] Hook


Hace mucho tiempo que no os pongo por aquí ningún análisis de videojuegos, ya que tengo otros medios para sacarlos, pero hoy me apetece hablaros de uno de mis más recientes descubrimientos. Se trata de Hook, un juego de puzles rápidos, creado originalmente para móviles, que presenta una dinámica diferente y desafiante, que son dos características muy importantes en un juego de este tipo.


Yo lo descubrí gracias a una de esas ofertas locas del 100% de descuento. Vamos que durante un día o dos lo regalaron en la Play Store (luego me di cuenta que también lo tenía por un Humble Bundle, pero eso ya es otra historia...). Pero una cosa era tenerlo en el móvil y otra muy distinta jugarlo, ya sabéis que la Pila es alta y poderosa. La cosa es que hace unos días, volviendo de un viaje improvisado, estaba aburrido en el tren y me dio por probarlo y me gustó tanto que os voy a hablar un poco de él.
Entrando en harina, que como veis me lío yo solo, ¿de qué va el juego? Pues de deshacer "nudos". Como podéis observar en el tráiler podemos hacer que unas líneas, unidas a los puntos que tocamos, desaparezcan cuando, obviamente, tocamos el punto. Fácil ¿no? Pues no, porque no todas las líneas se pueden eliminar en todo momento y se debe buscar un orden para hacerlo.


Así, si una línea tiene un lazo que "engancha" a otra línea, habrá que eliminar primero la enganchada. Si una línea para por encima de otra, no podremos quitar la de debajo. Habrá puntos que activen la eliminación de varias líneas simultáneamente y botones giratorios que nos permitan alterar el camino de nuestro pulso, que será una especie de corriente eléctrica transmitida. Incluso llegará un momento que el pulso se pueda transmitir por "wifi".
El punto fuerte de este juego es, sin duda, la perfecta curva de dificultad que nos presenta. Un factor que puede arruinar cualquier buen juego de puzles o convertirlo en una experiencia de lo más placentera. En este caso nos encontramos, nada más empezar, con el primer puzle, sin explicación, sin objetivos, nada. Pero enseguida estaremos resolviendo nudos mucho más complicados que, sin llegar a ser frustrantes nos permiten pasar un rato de lo más entretenido.


Es muy cortito, 50 niveles, que en cosa de una hora, como mucho, tendremos resueltos. Pero hace gala de ese minimalismo mágico tan típido de los juegos indie que, unido a su bajo precio, hace que me sea muy fácil recomendarlo. Así que no puedo decir nada más que, si os gustan los desafíos mentales bien medidos, jugadlo, no os vais a arrepentir.

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