Un año más aquí está uno de los posts más polémicos del blog. La crítica a la Nochevieja Universitaria, esa gran excusa global para excederse y que, este año, ya ni siquiera tiene razón de ser ya que la semana que viene aún hay clases y, teoricamente era para despedirse de los compañeros antes de la Navidad.
Me resulta asqueante el hecho de que cuando la "celebración" tenía tintes mínimamente solidarios, ya que donaban parte de lo recaudado al banco de alimentos, no tenía el apoyo del ayuntamiento, y en cuanto pasó a ser una mera apología del alcoholismo si que se empezó a apoyar por los poderes municipales.
Y este año especialmente doloroso ha sido el ver una enorme proyección de "Ron Brugal" a lo largo de la fachada de la Plaza Mayor y es que yo soy salmantino, y he sido siempre el primer crítico con mi ciudad, pero me ha dolido, me ha dolido mucho ver como una Ciudad de la Cultura, o que al menos habría de serlo, se prostituye de una manera tan descarada. Hoy he sentido vergüenza de mi ciudad, mucha vergüenza.
Pero, de forma sorprendente, este año he visto alzarse voces críticas, más que otros años, aún muy pocas comparadas con aquellos que dicen disfrutar de algo como esto. Pero al menos unas cuantas.
Este año no he sido Pepito Grillo de nadie, porque no me correspondía, y porque ya está bien, simplemente me he limitado a no opinar sobre esto en público, no soy nadie para incitar a nadie a no probarlo. De hecho me han preguntado abiertamente mi opinión, alguien que no había ido nunca y mi respuesta ha sido tan ambigua como inútil, pero me daba igual. El año pasado no me dio igual y puede que si hubiera estado en la misma tesitura que entonces hubiera hecho lo mismo, es muy probable. Claro que hoy, como entonces, me hubiera sentido un poco... bueno, yo no soy nadie para dar mi opinión sobre este tema, yo no soy nadie para incitar a no acudir a esta fiesta.
Este año ni siquiera el clima quiere que se mancille así la Plaza, y llueve...
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