lunes, 24 de octubre de 2011

Nunca planifiques un día


Dije que iba a esperar a que acabara el día para publicar esta entrada, pero es que no aguanto más... Hoy esta siendo uno de esos días en los que más le valía a uno no haberse levantado de la cama.
Un día de esos que te pasan un montón de pequeñas cosas malas (o simplemente inesperadas) que te trastocan todo lo que habías pensado. Típico día que te sacas el paraguas porque va a echarse a llover en 5 minutos y no cae ni una sola gota pero después, lo dejas en casa porque luce un sol radiante y te cae el chaparrón encima. Bueno creo que me entendéis.
Yo tenía planificada mi tarde, como siempre, mi trabajo, mis ocasionales visitas a la facultad bajo alguna excusa. Una de esas visitas con un pretexto auténtico sobre mi proyecto de fin de carrera, acabar pronto y a casa, si había suerte acompañado y si no pues solo, nada del otro mundo.
Y ya por la mañana todo empezó a cambiar... Joder que incluso el trabajo se ha cancelado, un proyecto de 3 años que se cancela en un solo día... No se es como raro. La reunión del PFC se ha pospuesto, lo de irse pronto a casa tampoco va a ser posible y las visitas ocasionales... Bueno digamos que la verdadera razón de acercarme, no se ha cumplido.
A todo esto ya traía de ayer el ánimo un poco alicaido, planteándome que cosas que tomaba como certezas con una probabilidad bastante alta, en realidad no tienen fundamentos reales como para firmarlas y eso me hace estar muy dubitativo e indeciso sin atreverme a "hacerme notar" por miedo a molestar o importunar.
Bueno no se, supongo que necesito algo dulce en mi vida y dado q a la dulce flor que me roba el alma no quiero, y probablemente no pueda, importunarla con mis penurias tendré que pasear en dirección contraria a la que normalmente voy, para coger en un kiosko algo de chocolate a ver si así se me levanta el ánimo.
Y ahora solo confiar en que mañana será mejor.

No hay comentarios: