domingo, 23 de diciembre de 2012

La música es el espejo del alma

No amansa a las fieras, no relaja, no acompaña... Sólo muestra el interior más profundo del alma de las personas. Y no, eso no es la cara, en todo caso serían los ojos, pero conseguir una mirada lo suficientemente profunda como para poder ver el alma de alguien no es fácil.
Llevo toda la tarde que no puedo hacer nada más que escuchar música, recurrentemente 2 canciones, acompañadas de una lista de reproducción que se ha ido conformando ante mis ojos y que me ha dicho más sobre una persona que meses admirando cada uno de sus movimientos.
¿Qué qué he visto? No se si sería lógico ponerlo por aquí ya que no son mis sentimientos, sino los de otra persona, y eso es algo que tiene que permanecer en su intimidad. Pero me gustaría no ver así el interior de las personas, creo que yo sería más feliz si no pudiera, si simplemente careciera de empatía y pudiera vivir en mi fantasioso mundo feliz. Pero yo no soy así...
De verdad que he intentado hacer alguna otra cosa, desde leer hasta jugar a la consola o ir a comer algo a la cocina, pero nada ha servido. La única actividad que he conseguido realizar ha sido ducharme y porque tenía música de fondo.
Estoy harto de todo esto, de cómo me siento, de engañarme hasta a mi mismo hasta que he explotado, de no sentir ganas de llegar a 2013 más que por una cosa. Cada vez se hace más intensa la necesidad de, ya que no se ha terminado el mundo, que al menos el mio termine. Si lograra racionalizar el miedo al dolor físico los segundos previos, o el miedo a no terminar del todo...

¿Cómo se pueden echar de menos unos ojos que nunca han sido tuyos? ¿unos gestos cotidianos? ¿a una persona que durante la última semana ha hecho todo lo posible por mantenerse alejada de ti, pero sin desaparecer completamente? ¿Cómo se pueden odiar los fines de semana, las vacaciones... por algo así?
Os voy a dejar aquí una de las dos canciones que no han dejado de sonar esta tarde, elijo esta ya que también ha pertenecido a la lista de la que os he hablado. Y luego voy a bajar unas cuantas canciones para el iPod, que mañana va a ser una noche muy muy larga...



Ese suspiro se va por la puerta buscando quizás una ventana abierta. 
El aire de aquello que nunca te dije, palabras que el viento a su antojo dirige. 
Uh, ah, sopla las velas. Podrías incluso apagar las estrellas. 
El día en que tú seas una tormenta mis letras serán nubes pasajeras. 

Y volarán por encima de ciudades, no te entendía entre fuegos artificiales, 
no quise hacerte preguntas el día que te tenía más cerca que nunca. 
Palabras que fueron aviones saliendo, tu vida es como un aeropuerto, 
tal vez yo no tenga razones de peso y el aire se lleva lo que estoy diciendo. 

A toda velocidad el viento se nos va a llevar, haciendo ver que no es verdad. 
Contarlo me pone los pelos de punta, el día que hacía más viento que nunca. 

Seguramente cuando escuche esta letra estaré lejos, en otro planeta. 
Contando las vueltas que doy en la cama, sin ganas de deshacer la maleta. 
Aquella noche había una fiesta en tus ojos, yo no quería perdérmela. 
Después de un suspiro, el aire que queda, será el huracán que hoy se nos lleva. 

Por eso da igual lo que dijeras, yo no escuchaba siquiera en este viaje sideral. 
Me conformaba con vivir el momento, fluir como el viento en la recta final, aha. 
Porque pensar que se termina me haría pedirte esta noche volver a empezar 
y pensarlo me pone los pelos de punta, el día que te tenía más cerca...


A toda velocidad el viento se nos va a llevar, haciendo ver que no es verdad. 
Pensarlo me pone los pelos de punta, el día que hacía más viento que nunca.

El día que hacía más viento que nunca
el día que hacía más viento que nunca
el día que hacía más viento que nunca

el día que hacía más viento que nunca.


El día que hacía más viento que nunca
el día que hacía más viento que nunca.
Pensarlo me pone los pelos de punta, el día que hacía más viento que nunca.


A toda velocidad el viento se nos va a llevar, haciendo ver que no es verdad. 
Contarlo me pone los pelos de punta, el día que hacía más viento que nunca.


No hay comentarios: