sábado, 7 de abril de 2012

Lluviosa Semana Santa


Ya se que llevo un tiempo sin escribir nada especialmente interesante y va a seguir así, a no ser que mi vida os parezca interesante xD y lo dudo.
Escribo poco por falta de tiempo, pero también por falta de inspiración y pensar que todo aquello que salga de mis manos es una soberana mierda (hablando mal y pronto). Si, porque yo no soy capaz de crear belleza.
Si que es cierto que mi cerebro es la viva representación más pulcramente descrita del cerebro de un científico. Todo él hecho un caos, solamente capaz de llegar a razonamientos lógicos (aunque a veces utilice argumentos ilógicos para ello), fácilmente obsesivo. La razón no es bella, ni es capaz de crear belleza.
La razón, consciente e incoscientemente busca la perfección del ángulo recto porque sabe que es más sencillo de reproducir de manera perfecta. Eso no quiere decir que no sea capaz de apreciar la suprema belleza de la línea curva, la admira desde la distancia, sabíendo que es algo a lo que no puede aspirar.
Se ver la belleza, claro que se verla y valorarla. De hecho me abruma. Ayer sin ir más lejos leí unos versos que me parecieron preciosos, aunque probablemente no llegue a entender ni la mitad de lo que dicen, pero me gustaron, y mucho.
Pero bueno, en el post anterior a este tenéis un claro ejemplo de que a mi no se me da muy bien lo de escribir cosas bellas. Eso es el microrrelato que presenté este año al concurso de Universos Mínimos. Si que es cierto que no quedó como yo pretendía, y que al no querer renunciar ni a la forma ni al tema me ví un poco limitado, pero creo que este año no me quedó demasiado bien la verdad.
Para concluir sólo un inciso sobre el título y mi estado en general. Están siendo unos días que tanto el clima como mi interior parecen haberse enlazado. Nubes negras que impriden salir a las procesiones de la semana santa y nubes negras que atenazan mi alma.
Han sido dos días muy duros, y eso que la mañana la he pasado en la cama, sin ningún ánimo de levantarme. Pero así han sido. Espero que de aquí en adelante vayan a mejor. Porque si que es cierto que la lluvia se necesitaba, y puede que mi estado "reflexivo" también fuera necesario, pero eso no quiere decir que sea agradable.

2 comentarios:

# Will dijo...

Razón e inspiración... dos realidades muy díficiles de conciliar, pero es su unión la que crea la belleza. Citando a Becquer:
Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo al genio es dado
a un yugo atar las dos.

Así que nunca renuncies a la razón, aunque sea fría, pues engendrará belleza cuando halles un fuego que la moldee.

twisen dijo...

El problema es que, sin encontrar ese yugo, la razón es destructiva, y muy peligrosa. La cuestión es que sin ella ¿qué sería yo?