Hoy toca una de esas entradas absurdas, sin hilo conductor, sin sentido y que probablemente no debería publicar en ningún sitio, puede que siquiera deba escribirlo o pensarlo. Pero necesito... supongo que necesito expresar muchas cosas y no tengo tiempo, cabeza ni ganas de hacerlo con nadie así que ¿qué mejor que hacerlo con el mundo?
Esta noche he visto los dos últimos episodios de la primera temporada de My Little Ponny: Friendship is Magic (por fin), y después he visto en la tele el final de una peli y casi toda "Semen, una historia de amor", todo esto mientras tenía que estar arreglando una práctica de G2 para no se qué día porque no han publicado la fecha. Como veis mi racionalidad en estos momentos no está precisamente alta. Ah si, y no puedo olvidarme de mi incapacidad para redactar nada decente, que llevo semana y pico, casi dos, con la memoria del PFC y no saco nada que pueda considerarse legible.
Hace unos días volvieron unos "fantasmas" que creía bien amarrados, sabía que no se habían ido, que si se van algún día será dentro de mucho tiempo, pero si que pensaba que los tenía controlados. Me equivocaba, completamente. Había conseguido casi engañarme a mi mismo, salvo por las noches que era cuando lo dejaba salir todo, estaba controlado. La obligación lo mantenía controlado. Pero ahora ¿cómo vuelvo a amarrarlo todo cuando el suelo tiembla cuando lo piso?
Me esperan tres semanas en las que tengo que decidir y terminar cosas de bastante importancia para mi futuro, o al menos eso me digo a mi mismo pero realmente me importan poco. ¿Hacer un Master que nunca quise hacer es algo importante? Debería serlo pero solamente busco excusas para mi mismo porque cada 5 minutos decido que lo haré o que no lo haré.
¿Terminar y presentar el proyecto tiene tantísima importancia como le estoy dando? Si, en parte me estoy jugando un puesto de trabajo que me ilusiona mucho pero ¿merece la enorme cantidad de quebraderos de cabeza que estoy teniendo por su culpa? Es cierto que al PFC le debo estar ahora mismo como estoy, para lo malo, pero también para lo bueno, esa apremiante obligación me mantiene alerta y no me deja caer. Es como una soga que me mantiene firme mientras me asfixia, si me la quito caeré y si la mantengo no podré levantar cabeza.
¿Es esto solo el producto del delirio de una mente enferma o guarda mucho más de fondo? Yo tengo clara la respuesta a esa pregunta pero no me gusta la respuesta porque yo ahora mismo tengo que tener genes en la cabeza y no imposibles que no conducen más que a hacer estupideces. Lo único bueno que tiene ese tema es que hoy no me ha dado el nerviosismo de las 22, de hecho hoy cualquier motivo de ansiedad por trabajo se ha visto reducido a una mera bagatela.
¿Y el título y la imagen? Pues se suponía que la entrada iba a tratar sobre la incesante búsqueda de la perfección que lleva el ser humano y cómo acercarnos a ella nos hace sentir muy bien y ver que la tenemos al alcance, al menos una mejoría, hace que nos esforcemos con más ímpetu. Pero creo que es algo que trataré otro día con más calma ya que da para mucho, al fin y al cabo, ¿existe la perfección?
Iba a ponerme ahora con la práctica de G2 pero creo que es más práctico que me vaya a la cama pronto y trate de dormir hoy que parece que, de momento, hay silencio. Mañana tiene que ser un día de mucho avanzar o al menos de solo pensar en ello.
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