domingo, 10 de junio de 2012

No me miréis

España pasa a formar parte oficialmente del imperio alemán. Comienza la Eurocopa. Vettel consigue la pole position del gran premio de Canadá de Fórmula 1. Ash Ketchum de convierte en campeón del Frente de Batalla. Se termina el desastroso E3 de este año. Las guerras siguen asolando nuestro planeta... Incluso se podría decir que he terminado de examinarme en la carrera, para siempre.
Y a mi me da igual, simple y sencillamente me importa un comino, este fin de semana todo eso pasa a un tercer plano, ya que en un segundo plano es en lo máximo que puede estar normalmente. Este fin de semana mi cabeza está en un 150% en otra cosa, lo que supongo que es normal ya que por un pequeño espacio de tiempo puedo dedicar todo mi cerebro a ello.
Supongo que no es necesario que diga qué es eso que ocupa mi cola con prioridades de procesamiento. Después de varios días (demasiados) sin verla, todo un fin de semana para admirar su belleza, perderme en su mirada o, cuando hay suerte, disfrutar de su tacto.
Y esto lo escribo en sábado (o domingo más propiamente) así que hablo de algunas cosas que ya han ocurrido. Ya tengo más sonrisas suyas grabadas a fuego en mi retina, la carne de gallina de sentir su piel rozando levemente la mía, su voz resonando en mis oidos, cual canto divino.
Y el sentimiento de ser minúsculo, ínfimo, ridículo. Ese sentimiento que tantas veces he descrito y que no me abandonará. Ese sentimiento que me impide decirle lo guapa que viene. Que me impide consolarla con un abrazo, que me impide mantener la mirada en su cuerpo cuando pasa por mi cabeza algún pensamiento lascivo.
La razón me insiste en que no tengo por qué sentirme así. La gente que conoce lo que pienso me dice que no debo pensar así, que otros "imposibles" han dejado de serlo.Esas mismas personas que se lo pasan tan estupendamente bien cuando me quedo pillado en mis ensoñaciones, cuando en mi cara se reflejan mis sentimientos, cuando mi vergüenza es tan visible.
Dos días, dos días seguidos en los que he pasado un tiempo compartiendo espacio real con la protagonista de mis sueños. Dos días con diferentes sentimientos sobre mi comportamiento, pero con los mismos deseos. Puede que hoy me haya sentido mucho más espeso, con un desconocimiento absoluto sobre qué hacer, que decir, cómo comportarme. Mataría por saber que piensa cuando nuestras pupilas se cruzan, por saber qué hacer en cada momento para no parecer tan tonto, tan débil, tan... extraño.
Mañana disfrutaré del tercer día a su lado, en unas horas estaré tratando de resolver los problemas opuestos que se pasen por mi mente "¿Debo acercarme a ella o prefiere estar sola?" "¿De qué le puedo hablar?" "¿Retirará la mano si se la rozo sutilmente?" "¿No se nota demasiado que no puedo dejar de mirarla?" "Que preciosa está, ¿por qué narices no puedo decírselo?"... Infinitas preguntas sin una respuesta sencilla, infinitos segundos que compartiria con ella... infinitas inseguridades que no lograré superar...

No hay comentarios: