Esta entrada no debería ser escrita, lo que aquí aparecerá nunca debería salir de mi cabeza y de hecho no he podido hablarlo con nadie, no soy capaz de racionalizar las palabras como para crear nada que tenga el más mínimo sentido. Pero se que no voy a poder leer, dormir ni hacer nada si no hago algo para relajar esta cabeza mía. Ni siquiera he sido capaz de llevar a cabo una sencilla compra online, ¿cómo voy a hacer cosas más complejas?
Hoy he ido a mi primer picnic con amigos. Sí, a los 23 años, un momento bastante... tardío para una primera vez de este calibre, lo se pero bueno, quiero pensar que nunca es tarde si el comienzo es tan bueno como este, porque de verdad que ha sido un día genial, de hecho ha sido un fin de semana genial, increible, nunca en mi vida me había sentido tan parte de un grupo como cuando estoy con ellos, como cuando estoy con vosotros, porque se que alguna de las personas a las que me refiero leeran esta entrada.
Y es que, eso es algo que quiero que quede muy claro, ha sido un día fantástico, y no habría podido desear mejor compañía. Me encanta estar con ellos, tanto que me da miedo saturarles porque si fuera por mis deseos estaría mucho más tiempo en su compañía.
Pero una entrada que se presentaba caótica no podía dejar de lado el tema que produce mi caos interior ¿no? El tema con el que no me debo comer la cabeza y sin embargo no vivo para otra cosa. Un tema sobre el que me estoy cortando mucho por aquí porque me considero incapaz de ser objetivo pero... aún así trato de verlo de la manera más objetiva posible, mi corazón es frágil y duele muy a menudo como para volver a ponerlo en juego sin motivos suficientes.
No puedo engañar a nadie, ni siquiera soy capaz de ocultarlo porque no creo que sea algo malo lo que siento por ella. Por ese ángel que hoy estaba sentada a mi izquierda en la comida. Nunca antes había tenido una necesidad tan imperiosa por estar cerca de una persona. Nunca antes nadie había despertado en mi sentimientos tan fuertes como para que permanecer a su lado fuera para mi más imperioso que mis miedos.
Hoy ella ha hecho que un día genial sea mágico, hoy ella ha dado un nuevo significado a cansiones, acciones. Aún noto su calidez en mi mano, cuando agarré tímidamente su cintura. Su roce en mis piernas, el olor de su larga melena, la intensidad de su mirada...
Y me odio, me odio por no ser capaz de decirle a ella lo preciosa que está, por no haber sabido aprovechar las oportunidades para estrechar nuestra amistas, lo máximo a lo que me considero capaz de aspirar. Hubiera bailado con ella, hubiera jugado a cualquier cosa, me habria acurrucado a su lado deseando que el mundo nunca terminara.
Necesito saber qué se ve de mi desde fuera para poder mirarme al espejo. Necesito saber qué es correcto y que no lo es para dejar de plantearme mis actos y ser yo mismo. Quiero poder hablar con ella sin parecer tonto, sin quedarme sin palabras, sin respiración.
Incluso la manera cómo entró en mi vida escapa de mi razonamiento. No soy capaz de aceptar que la primera vez que nos vimos es la que fue, porque ese día me pareció que la conocía de antes. Ese día comenté lo guapa que me parecía y llegué a casa pensando porqué no podía dejar de pensar en ella.
Odio mis silencios, que me hacen parecer antisocial, que me sumergen en mi mundo en el que tengo conversaciones con las personas que tengo delante y con las que no puedo hablar, y con ella todo eso se acrecenta. No puedo ni quiero quitarle el ojo de encima, la amo, con toda la intensidad de la que soy capaz. Esta tarde solo deambulaba para no perderla de vista, sin dejar de imaginar lo que sería acariciar sus mejillas, mesar su pelo, besar sus labios... Si no he estado absolutamente todo el tiempo pegado a ella ha sido para que no se cansara de mi, yo me habría sentado con ella, aunque no pudiera decirle todo lo que pasaba por mi mente, simplemente a disfrutar de su compañía.
Creo que no debo seguir, mañana tengo que trabajar y sólo me quedan 5 horas y media de sueño, ahora mi delirio hormonal se une a mi delirio de cansancio. Siento cortar mis delirios tan bruscamente, no es facil velar las verdades que pienso constantemente y si, eso es velado, la realidad es aún más repetitiva y clara.
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