domingo, 26 de abril de 2015

Arrivederci Venezia


Pues nada, por desgracia hoy tocaba partir, dejar estas improvisadas vacaciones, por suerte aún quedaban unas horas en las que poder disfrutar de los aires venecianos y no íbamos a desaprovecharlos.
Tras despertarnos y acicalarnos con el "suave canto" de un bebé en la habitación de al lado, recoger y disfrutar de un último vistazo desde la ventana de la habitación, dejamos la habitación. Desayunamos y nos empuntamos en vaporetto hacia la consigna de Santa Lucía para no ir cargando con las mochilas en nuestro paseo.





Recomendación, no se os ocurra la feliz idea de llevar los equipajes a la consigna de la estación, fue imposible ni tan siquiera plantearse el dejarlos. La cola era astronómica y para recuperarlos habría que volver a hacerla. Así que decidimos cargar con las mochilas
Bajamos andando desde la estación hasta la Plaza de San Marcos con lo que comprobamos una vez más que Venecia no es una ciudad muy grande. Al igual que Salamanca te la puedes recorrer de una punta  otra en poco tiempo.


No dejamos escapar la oportunidad de entrar en una Disney Store que estaba abierta, y eso que era domingo xD, como se nota cuando una ciudad no es española y además es turística. En el camino de vuelta a la estación aprovechamos para comer una última pizza italiana, también buenísima (o más bien buenísimas) y despedirnos de los canales.


Y entonces ya dejamos Venecia hasta la próxima vez. Lo cierto es que es una ciudad con encanto. Ya os dije ayer que no olía (casi en ningún sitio). Supongo que eso es algo que cambiará con la llegada del verano, pero tiene ese aire de ciudad tranquila, por las calles recónditas, que tanto me gusta. Eso si, en las calles más anchas y en los canales más conocidos es una ciudad turística con todas las letras, yo diría incluso que sobreexplotada. Yo por lo menos acabé de los "palos de selfie" hasta los mismísmos. Había demasiados puestos de venta de todos estos productos que quieren ser típicos pero cuyo origen siempre es China... No se, tienes un poco la sensación de estar en un enorme parque temático. Por suerte ya os digo que hay otra Venecia, más recogida y tranquila que se disfruta mucho más. A mi no me importaría retirarme allí un tiempo a reflexionar sobre la vida, el universo y todo lo demás.


El resto... fue viaje, largo viaje. Primero de vuelta a Milán en el mismo tren que el día anterior, pero con el recorrido a la inversa (como es lógico). Desde allí un autobús hasta el aeropuerto de Bérgamo, trayecto que, yo creo, se hizo el más largo de todos. En el aeropuerto tuvimos que esperar bastante ya que nuestro vuelo se retrasó y bueno, "en teoría" ahora deberíamos estar aún volando xD. Al menos eso hacíamos a la hora a la que aparecerá esto como publicado.


A esta hora estaba ya disfrutando de la vista aérea de las ciudades de noche, precioso paisaje. Lo que me molesta volar y lo que me gustan las vistas... Increíble. En fin, ya se acabó este pequeño viaje, con la sensación de que ha merecido mucho la pena y ganas de repetir en otros lugares.

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