Se que lo digo mucho últimamente pero hoy no se qué escribir. Las "vacaciones" llegan a su fin cuando casi ni han empezado. Unas vacaciones de mucho pensar, muchas reflexiones, pero muy pocas conclusiones.
¿Necesarias? Obviamente. Todos estos meses sin días de descanso pasan factura y más cuando han sido como éstos. Ahora bien, creo que no se pueden considerar vacaciones de pleno derecho si no puedes quitarte según qué cosas de la cabeza. Si no puedes descansar, si no puedes relajarte ni un poco.
Finalmente terminé el libro con el que estaba (segunda parte de una trilogía) y empecé uno completamente diferente, de fantasía, que tenía mono, aunque de momento me parece que demasiado juvenil. No termina de ser lo que quería, no termina de encajar. Y esa es una de las mañas costumbres que están cogiendo casi todas las cosas "nuevas" que me rodean.
Nada termina de ser completo y eso que mis exigencias son cada vez menores. Igualito que las sucesivas reformas de la ley de educación.
Creo que necesito un tiempo de aislamiento, como en uno de esos tanques de animación suspendida. O simplemente largas horas de silencio y despreocupación. Necesito... bueno hay otras cosas que también necesito pero que no vienen al caso y en el fondo es probable que fueran como ese libro, ese juego, o esa película que no termina de ser completa, es probable que no lograra deshacer el nudo.
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