jueves, 12 de febrero de 2015

Polimorfismos en la niebla


Hoy he estado remapeando polimorfismos. Para los que no sepáis lo que son, los polimorfismos son nucléotidos de un genoma que varían de un individuo a otro. Concretamente he estado remapeando los de la levadura Saccharomyces cerevisiae ya que encontré un artículo de hace 7 años en el que secuenciaron 37 cepas diferentes de este microorganismo para poder identificas aquellas bases del genoma que no estaban "escritas a fuego" y así encontrar las regiones menos conservadas del genoma.
Cómo ese proyecto se realizó hace ya unos cuantos años los SNP (Single Nucleotide Polimorfism) se identificaron con la secuencia de referencia de la época pero, como ocurre en cualquier ciencia viva, en este tiempo han surgido nuevas versiones, si, como las del Windows, del genoma y ya no coinciden las posiciones definidas anteriormente. De ahí la necesidad de remapearlas para poder utilizarlas con el resto de datos actuales.
¿Por qué os hablo hoy de esto? Porque me ha sorprendido mucho la enorme cantidad de polimorfismos que hay en el genoma de esta pequeña levadura. Nada más y nada menos que el 10% de su genoma es polimórfico. Para que tengáis una referencia, nosotros nos diferenciamos de los chimpacés, otra especie, en sólo un 1,5% de nuestro genoma y en este caso estamos hablando de la misma especie de levadura.
Vale que también es cierto que hay bacterias que se parecen menos de un 40% entre cepas de la misma especie pero no deja de ser sorprendente lo poco estable que es, en realidad, el genoma.
Bueno, supongo que ahora que dispongo de un dato más habrá que intentar sacarle jugo, todo el posible, si es que a estas alturas tiene algún interés a mayores del de sorprender. A ver qué preguntas se le pueden plantear...

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