Parece que últimamente sólo os subo fotos de destrozos pero es que es lo que más me encuentro en mi camino diario de casa al trabajo y del trabajo a casa. Hoy podéis admirar la última estupidez del alcalde (esperemos que no por mucho más tiempo) Mañueco.
En su afán por remodelar las calles, haciendo alarde de un gran electoralismo y, seguro, siguiendo las órdenes del (des)gobierno central, no deja de abrir agujeros y destrozar zonas de nuestra ciudad. Hoy me he encontrado con las escaleras de la Avenida de Portugal destrozadas a base de maquinaria pesada.
No entiendo la razón, no entiendo la necesidad y, lo más importante, no se dónde van a meter ahí un parking que es lo que más se construye por éstos lares. Pero bueno, a la mierda con una obra de arte callejera y con un paso que llevaba así años y que no molestaba a nadie. Todo lo contrario, servía de unión para atajar cuando ibas con prisa.
Y pensar que todo esto lo estamos pagando entre todos para que unos hijos de puta se hagan una foto y puedan decir que ha bajado el paro, durante los seis meses entre elecciones... Vergüenza de país este...
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